6 de noviembre de 2016

Las mentiras del ahijado

Y justamente mi mañana comenzaba a ser normal hasta que abrí el congelador para notar que la coca-cola en lata que te puse en la ofrenda estaba ahí, puesta por el ahijado y al preguntarle salió con su acostumbrada mentira, así que lo enfrente y le dije que no dijera mentiras, continúo diciendo que la había metido abajo, así que de nuevo le explique su error.

Así que me he mostrado con él bastante seria, de hecho, al llegar a casa no le quedó de otra más que preguntarme directamente si estaba molesta con él, con un rotundo SI lo voltee a ver y le explique que no estaba enojada por el error de meter la lata al congelador, más bien era por lo que había hecho, así que no le quedó más que decir: “Por la mentira que dije”, solo respondí: “exacto”.

Terminando de desayunar me he ido con mamá a hacer las compras de siempre, fuimos primero al banco, luego al centro comercial para regresar a su casa y dejar las bolsas y nuevamente salir hacia el mercado, ahí me ha comprado el rico salmón que tanto me gusta además de otras cosas para ella.

Cada vez que entramos a su casa revisé que estuviera apagado el internet de mamá, la primera vez el niño lo apagó como acordamos, la segunda se le olvido y con una mirada mía entendió el error y rápidamente se paró a apagarlo, luego me ayudo dócilmente a llevar las bolsas a la casa.

De camino ha intentado remediar las cosas preguntándome si podíamos ir a patinar, le dije francamente que no, aunque la verdad si tenía ganas de salir, pero espero que con mi actitud se dé cuenta del error que cometió en la casa Alex, no seré su madre, pero no toleraré más sus mentiras Alex, últimamente ha estado de mentiroso y flojo.

Si no se le pone un alto no quiero saber cómo se pondrá en la adolescencia, además ni siquiera le pedí ayuda para preparar la comida, aun y cuando de nuevo trató de ayudarme, pero no tienes idea como me enoja que sea así Alex, además estuvo a punto de dejar la gelatina que mamá le ofreció, cuando me di cuenta solo le dije: “La pediste, te la comes”, en un dos por tres se la comió.

A las 6 de la tarde salimos a pasear con Perla, mientras ella corría, o intentaba hacerlo, nosotros anduvimos en bicicleta, al final he ido a dejarlo y esta vez ni me he despedido, espero se dé cuenta lo enojada que me ha puesto Alex.

Después he ido a comprar unas galletas de avena, las que tanto me gustan, primero fui a un lado pero como no encontré con pasas terminé caminando hacia la otra tienda, vaya sorpresa me he llevado que al pagar 3 cajas solo me cobraron 2, así que volví por otras 3 y además le compré a mamá las que tanto le gustan, finalmente ella es la única persona que me queda para consentir Alex, bueno ella, el ahijado y quizá uno que otro sobrino.

Termino el día triste, extrañándote y echándote mucho de menos Alex, hice bien en ponerme así con el niño?

Alex… ven ya por mí... TE AMO.

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