21 de septiembre de 2016

La tronada de espalda

No sé a qué se deba Alex, pero me ha costado mucho trabajo levantarme, pese a que escuche la alarma por ahí de las 7 de la mañana, pero el hecho de quedarme 5 minutos más en la cama dio como resultado pasarme más de 1 hora dormida, al despertar eran casi las 9 de la mañana, así que me levanté corriendo, me bañe y salí de casa poco después de las 9:20.

Por suerte cuando llegué a la oficina no estaba Vic, así que pude ir rápidamente al banco para cambiar el token que me habían asignado, al parecer solo tiene vigencia de 4 años, además aproveché para preguntar sobre otras cosas, lo que se me hizo extraño es que deben pedir autorización a la sucursal que me corresponde, halla ellos.

Poco tiempo que llegué y acomodé mis cosas en el escritorio llego Vic, casi al mismo tiempo que Margarita, quien también se quedó dormida, según ella porque en el entrenamiento de ayer le exigieron demasiado y cuando llego a su casa apenas ceno y se quedó dormida, situación que solía pasarme hace ya mucho tiempo, te acuerdas como tenías que sacarme de la cama?

De la nada comencé a programar de nuevo, solo que cada vez que hago algo me doy cuenta cuanta falta me hace estudiar un poco más, creo que debo dedicarle más tiempo a ver y comprender los tutoriales que hay en internet Alex, de lo contrario tendré serios problemas y no quiero que luego Vic me regañe por esto, además de que debo acercarme más a Hugo para que me enseñe, que también le servirá un poco de motivación y para pensar en otras cosas, no solo en su enfermedad, no crees?

Por la tarde, al llegar a casa, comenzó a llover, así que solo pasé a saludar a tu mamá y preguntarle por Cachito, me dicen que está bien, pero se tomará algunos días más para descansar de la operación, ojalá que con todo esto sus dolores de cabeza disminuyan bastante.

Sabes Alex, Perla insiste en que vayamos a un gimnasio, el que vi el domingo, según ella para ejercitarnos y bajar un poco de peso. Animada estoy y sé que puedo cubrir la mensualidad, pero no quiero que me deje toda emocionada y al final no vaya, en ese caso prefiero quedarme en el gimnasio al que estoy yendo, al menos ahí el ambiente es agradable, una vez que los demás te han aceptado, y creo que ya lo han hecho conmigo, aunque casi no le hable a nadie, pero al menos a los que les sonrío me responden de la misma forma.

Lo bueno de hoy ha sido la tronada de espalda que Cristian me hizo cuando me vio en un aparato, me ha tronado todo Alex, lo malo es que no sabe cómo tronar la cintura. Por un ejercicio que me puso a hacer Mauricio terminé lastimada de esa parte, ni hablar, como dijera mamá: “La belleza cuesta”.

Vuelvo a casa con bastante hambre, terminé cenando un poco pesado, las lechugas con queso de cabra no fueron suficientes así que me he comido lo que sobraba de espagueti y dos albondiguitas así que deberé esperar 2 horas para poder dormir.

Alex… me haces tanta falta, hace bastante frío y extraño tanto la forma en que arreglabas las cobijas.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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