9 de septiembre de 2016

Charlando con Miguel

Para ir a la oficina hoy me he vestido con pans, además he ido a revisión con la nutrióloga, al llegar he pasado casi de inmediato pues Margarita aun no llegaba, creo que el metro tuvo problemas hoy, pero bueno. Después de mediré y pesarme me dio la grandiosa noticia que había bajado poco más de 3 kilos, pero al analizar los datos me dijo que la mayoría era de agua pues de grasa solo pude bajar un 1.1 %, cosa que me ha desmoralizado bastante.

Margarita ha bajado un poco menos en su porcentaje de grasa, y comparamos un poco sus datos con los míos, ni que decir Alex, falta mucho camino, pero me siento bastante bien, ya no tan pesada como antes y los pantalones comienzan a quedarme más flojos que antes.

En el trabajo todo estuvo tranquilo, tanto Pedro como Cesar se han enterado que estoy con nutrióloga y haciendo ejercicio, como sabrás comenzaron a dar su opinión y cosas así, sobre todo Cesar, quien hace tempo dijo haber entrenado bastante y hasta llego a competir, pero pues no le creo del todo, hasta no ver una foto Alex.

Cuando tocó la hora de comer he ido por una latita de atún a la tienda, compré un poco de lechuga y a comer, al final me supo a gloria Alex, aunque la señora se me quedó mirando y espero no haya notado cuando me robé un poco de su agua de Jamaica, que mezclada con lo poco que me quedaba en la botella, terminó con un excelente sabor.

Me he venido temprano a casa, pasé a saludar a tu mamá y después me dirigí a Buenavista para ver a Miguel, aquel hombre con el que solía trabajar antes, lo recuerdas?. Estando ahí tuve que esperarlo bastante, se ha tardado una hora en llegar, así que vagabundeé entre las tiendas, me probé algunos cascos, vi la tienda de tenis y terminé oliendo algunos perfumes.

Cuando llego nos sentamos en una banca y charlamos de todo Alex, de cómo te fuiste, de lo duro que ha sido levantar la cabeza, de sus problemas laborales, hasta de Hugo, a ambos nos sacó de onda su diagnóstico, y como pensé desde el primer momento que me enteré, si pudiera darle mi salud, el con ganas de luchar y salir adelante… y yo con ganas de verte Alex.

Lo chistoso es que me dice que estoy igualita, que, si tengo pacto con el diablo o que, pues no he cambiado. Quizá tenga razón, pero yo sigo sin poder reconocerme cuando me miro en el espejo.

Sin pensarlo nos dieron las 10 de la noche, nos despedimos y volví a casa, creo que debo de dejar de salir tan noche Alex, el transporte estuvo de locos, al menos hasta que llegue a 18 de Mzo, fue un lio, empujones, apretadas, etc.

Alex… me haces tanta falta… ojalá pronto estemos juntos… TE AMO.

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