11 de junio de 2016

Té chai con Daniel

De nuevo ha funcionado mi método para despertarme temprano, eran las 7 de la mañana cuando abrí los ojos, así que me he vestido para ir a consultar la lista de la lechería, me llevé un poco de dinero y caminé bajo la lluvia, aunque no era mucha la lluvia, pero si mojaba un poco.

De camino me he topado a parte de la familia de Juan, como siempre nos hemos ignorado, revisé la lista y me toca el miércoles, al comprar un paquete de galletas me han dado la posibilidad de comprar leche, aunque me quede pensando en hacerlo he preferido no hacerlo, finalmente mamá tiene varias bolsas y yo aún tengo.

He llegado a casa con jugo de naranja y galletas, desayuné un poco y me recosté con la esperanza de quedarme dormida nuevamente, pero nada, he leído y visto una película, pero nada Alex, tan despierta como un búho por la noche, me he levantado de la cama solo lo necesario (comer e ir al baño).

Poco a poco fue transcurriendo la mañana y parte de la tarde, cuando dieron las 4 de la tarde comencé a prepararme para ir a la cita que organice ayer con Daniel, mi compañero de trabajo y amigo de ICA, te confieso que me ha costado trabajo y mucho nerviosismo verlo.

Salí de casa a las 5 de la tarde, con él me cité a las 6 de la tarde en el Ángel de la Independencia, así que llevaba tiempo suficiente. Por suerte al cambiar de transporte me ha salido gratis, como seguimos en contingencia algunos camiones y el trolebús son gratis para todos.

Gratis y con lugares, me he situado en la parte trasera del camión para ir viendo la ciudad, mientras lo hacía pude ver algunos rollers, más que nada hombres, me ha dado mucha envidia que estuvieran patinando por las calles, envidia y emoción Alex.

Y he llegado a la hora, al bajarme y caminar un poco vi a un papá roller, iba paseando a su hijo en carriola y el empujándola, pero patinando y la madre en una bicicleta. Por supuesto me hizo sonreír un poco.

Al intercambiar mensajes terminamos definiendo el punto de reunión en una cafetería, de esas que hace años no solía ir, al estar parada en la caja y leer una y otra vez las opciones para pedir un simple café he terminado pidiendo un té chai, aunque he errado al ponerle azúcar me ha traído lindos recuerdos, como el estar pidiendo uno y subir a una de las torres esmeralda para trabajar.

Poco tiempo después ha llegado Daniel, después de un largo abrazo hemos hablado de tantas cosas Alex, recordamos viejos momentos, hablamos de viejos amigos, de viajes, de que te extraño, de que extraña a su mamá. Reímos y casi lloro.

Hemos estado así por unas horas hasta que se tuvo que ir a su casa para ir al cine con su esposo, antes de despedirnos hemos prometido repetir las citas, dice que esperaba verme más mal, si supiera mi tristeza Alex, confirmo nuevamente que me he vuelto maestra en cuestión de ocultar mis sentimientos, aunque quizá ha mentido para no hacerme llorar, que se yo.

Volví a casa de la misma forma que me he ido, en camión, solo que en la Basílica he perdido mucho tiempo pues el trolebús no llegaba.

Noche triste y a la vez alegre Alex, como siempre extrañándote a morir.

Alex… cuando vienes por mi?... TE AMO.

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