12 de junio de 2016

La caída del ahijado

Aunque he tratado de aplicar la misma técnica que ayer, me he levantado un poco tarde, eran casi las 10 de la mañana cuando apenas iba saliendo de la cama, me vestí, saque del congelador todo lo que debo de sacar y organicé rápidamente las cosas que le llevo a mamá.

A las 10:30 ya estaba desayunando con ella, mientras charlábamos he sentido feo pues me dijo, con voz triste que se le ha perdido uno de los aretes que le di hace tiempo, ha estado buscando en su casa, pero no lo encuentra, he tratado de hacer lo mismo, pero no lo vi por ninguna parte, al final he guardado silencio, creo que unos aretes del mismo estilo será mi regalo para ella de cumpleaños.

Luego hemos ido al banco y hacer algunas compras, más que nada para buscar el cereal que tanto me gusta, esta vez hasta he hablado con el gerente de la tienda quien amablemente me dijo que hablará con el encargado y en cuanto tenga noticias me enviará un mensaje. Además de eso me he animado a comprar cremas para el cuerpo de las que solíamos usar Alex.

Posterior a eso fuimos al mercado, me dijo que mientras compraba ayer sintió como si algo se le cayera, para dejarla un poco tranquila me he agachado y busque por todas partes su arete, pero nada, hemos hecho algunas compras y volvimos a casa para preparar todo lo que me he traído a casa. Al final y para no perder la costumbre he olvidado la cartera que compre pues la que suelo traer ya está muy sucia.

Solo he tenido tiempo para llegar a casa, guardar la comida, echarme al hombro la mochila con protecciones y coger la bolsa de mis patines para pasar por el niño e irnos a patinar. Al llegar a su casa la comadre me ha reprochado un poco que no haya ido por el niño ya que también él le preguntó por mí, pero al decirle que estuve esperando la llamada de él no le quedó más que soltar la carcajada, “falta de comunicación entre ustedes” terminó diciendo.

Después que le quitaron la pintura de la cara nos hemos ido a patinar, ahí charlé con el niño, creo que le gusta salir conmigo pues escucho lo que me dice y de vez en cuando le doy consejos, hemos hablado de su novia, me ha preguntado si alguna vez tuviste una novia mayor que tú. Casi siempre que hace algo y charlamos siempre me pregunta si su padrino lo hizo, a veces tengo la respuesta, otras no tanto, pero sé que mis respuestas son lo más cercano a la realidad.

Sigo siendo la persona que más te conoce Alex, aunque estoy segura te guardaste algunas perversidades o anécdotas que no recordabas.

Después de estar patinando por mucho tiempo y tratar de esquivar conitos, terminé con las piernas cansadas y charlando de vez en cuando con los instructores. Hoy al pedir algunos snaks no me han cobrado mi entrada, así que me he dado el lujo de comprar cosas un poco más caras.

Mientras el niño estaba practicando algunos ejercicios que su instructor le dijo, me he acercado y los miré por un buen rato, que diferencia sería si fueses tu quien se los enseñase Alex, suspiré al pensar eso. Justo cuando comenzaban a patinar hacia atrás en las dichosas olas, llegó un momento en el cual el niño perdió el control y cayó hacia adelante, ha puesto las manos para amortiguar la caída pero ha terminado sin aire, por un momento me he preocupado e hice que hiciera algunos ejercicios de respiración, finalmente solo se ha quedado sin aire aunque me asusté un poco.

Con lo que me quedo al final es que ambos debemos tener protecciones, así que deberé comprar dos cascos y, al menos, las protecciones para él, vaya que si me espanté.

Volvimos a casa temprano, pasamos al hospital para buscar a la señora que vende pan, pero no la hemos encontrado. Le he robado un plátano a la comadre antes de salir de su casa, por supuesto le avise, y me he venido a la casa.

Un día más que te he pensado tanto Alex, siempre hablando de ti, contigo y extrañándote a morir.

Alex… ven por mi… TE AMO.

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