25 de junio de 2016

La charla con la comadre

Sábado de levantarme tarde, se me ha hecho extraño que el niño no viniera a la casa, pero de alguna manera estuvo bien pues mamá ha venido para que la acompañe a hacer algunas cosas, entre ellas organizar un papeleo e ir a Aragón para comprar su medicina.

En cuanto me levanté le pedí que me trajera un jugo de naranja mientras me bañaba y vestía, después nos subimos al metro bus para irnos, ahí nos topamos con un policía bastante pesadito que al final le cobro a mamá el pasaje, aun y cuando le mostro su credencial.

Esperamos bastante para tomar el camión que nos llevaría directo al mercado, después organizamos algunas cosas y visitamos viejas amistades para luego irnos a la farmacia y dejar encargados los frascos de mamá, he aprovechado para pediré un poco de defensas pues se vienen cambios de clima bastantes drásticos, aunque no sé si me haga bien tomar homeopatía.

Hemos ido al rodante, vimos algunas cosas que quise comprar, sobre todo fruta, pero para que comprar y sobre todo cargar si tengo bastante en casa, al final hemos comprado 2 rosas con un aroma muy agradable, un jazmín chino y dos plantitas de menta, cuando pasamos por las bolsas noté que había en la bolsa dos plantitas más, de flores curiosas pero muy sencillas, creo que ha sido un regalo de la florista para mamá.

La cargada ha sido lo más complicado sin dejar a un lado el regreso, eso de volver a subirme a los peseros fue bastante triste Alex, ahora suben muchas más personas en ellos. Por suerte el metro bus se fue casi vacío.

Al llegar a casa bajamos las cosas, mamá organizo las suyas y le pedí un taxi en Uber, mientras monitoreaba su llegada comí, arreglé un poco las plantas y la comida que mamá me trajo. El viaje ha salido más caro de lo esperado, mamá me dijo que iban casi a vuelta de rueda además que le ha agarrado la lluvia, ni modo.

Luego he ido con la comadre pues el señor que se llevó a la Daysi me dijo que ya la iba a regresar y no se había dejado cruzar con el Falcon, mientras esperábamos la comadre me hablo de lo sucedido la semana pasada, sobre todo para decirme que no le parecía que mi mamá hubiera regañado al niño. La charla ha sido muy tranquila y enriquecedora, hemos limado las pequeñas asperezas que tuvimos y listo, ojalá todas las charlas fueran así.

De regreso me he traído al niño, vimos un poco la televisión, cenamos y ya se ha ido a dormir, creo que fue muy fuerte lo que vivo la semana pasada, pero como dice la comadre: el pequeño se vio entre fuego cruzado y yo entre la espada y la pared, ojalá y no se vuelva a repetir lo mismo.

Tarde un poco complicada Alex, no sabes cuanta falta me haces.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario