19 de junio de 2016

Las protecciones

Después del caos de ayer, nos hemos levantado tarde el niño y yo, por supuesto lo hice primero y comencé a preparar el desayuno, cuando él se levantó ya estaba todo listo. Hemos desayunado huevos con el sobrante de acelgas y un poco de rajas con queso.

He hablado con el niño respecto a lo que sucedió ayer, note en su mirada un poco de vergüenza y arrepentimiento, aunque lo he disculpado es algo que no debo de dejar pasar Alex y hacerle ver que hizo mal, pero bueno.

Mientras se bañaba me contacto una chica que vendía sus protecciones, primero me ha pedido 200 pesos, he negociado con ella y hemos quedado en 150 pesos, además de vernos en la estación del metro La villa, por lo que tuve que apresurarlo y meterme a bañar rápido.

Caminamos de la casa al metro y fuimos al lugar acordado, nos hemos encontrado con un chico muy amable, y bueno las protecciones eran de medio cachete pero que, si le quedaron bien, así que las he pagado y nos fuimos de ahí a la pista de patinaje.

Algo me decía que no debíamos ir, pero aun así hemos ido, al entrar vimos que el lugar estaba un poco vacío y aún no habían terminado de limpiar por lo que tuvimos que esperar un poco. A parte de nosotros estaba una familia y luego llegó una señora con su hijo.

Aunque tenía bastante flojera me puse a jugar un poco con los niños, en una agachada sentí como el pantalón de mezclilla se desgarraba en la pierna izquierda, ni hablar Alex, al final se ha roto, curiosamente ya esperaba eso pues los pantalones ya tenían bastante tiempo.

Como no había mucho que hacer preferimos volver a casa temprano, además el niño me pidió que le cambiara algunas canciones de su teléfono. Después de hacerlo le he cargado otras canciones y vimos un poco de televisión y como no habíamos comido le he servido un poco de cereal con leche.

Mientras él cenaba me cociné un plátano frito, por supuesto le he ofrecido, pero no quiso, pero al verme comerlo ha hecho lo mismo que tu Alex, ha terminado quitándome pedazos del plato, eso me dio un poco de risa, aunque he tenido que decirle que no lo hiciera con las manos y fuera por un tenedor, últimamente veo que come todo con las manos sin usar cubiertos, espero que al menos en la casa se le quite esa manía.

Después de dejarlo en su casa y explicarle a su mamá lo que hicimos he vuelto a casa sintiéndome sola y confundida, no dejo de pensar en lo que sucedió ayer.

Alex… no sé qué hacer, por favor ayúdame, no puedo más… Alex ven por mi… TE AMO.

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