28 de abril de 2016

Los patines armados

Sin ganas de levantarme lo he hecho, justo al hacerlo noté como los músculos de cuerpo reclamaban, pero como me quedé dormida, después de la llamada de Vic, solo me dio tiempo para vestirme rápidamente y esperar a que pasaran a dejarme las llaves de la oficina.

A las 8:30 lo hicieron, Vic y don Jorge se han ido al proyecto de San Luis de la Paz, supongo que Vic se ha llevado a su papá para que le ayude a manejar mientras él resuelve pendientes. A las 9 de la mañana me puse en camino a la oficina, llegue antes que los demás aunque la única que llego fue Margarita.

Es extraño estar en la oficina sin gente, por supuesto que me has venido a la mente en N situaciones, ya fuese saliendo del baño, entrando al taller, preparándote café, etc. Casi me suelto a llorar pero la llegada de Margarita lo ha impedido, al tocar la puerta me fui acercando y a la vez secándome las lágrimas que rebeldemente salieron sin permiso.

Al igual que a ella, la mañana se ha hecho interminable, ha sido ella quien propuso seguir viendo la película japonesa, así que mientras preparaba las cosas (que por cierto me ha costado más de la cuenta) ella ha ido a prepararse un café y a la tienda.

La mañana la hemos dedicado a la película, pero aun así se nos ha hecho interminable el día, ha sido complicado tratar de concentrarnos y aunque propuse irnos a las 4 terminamos saliendo de la oficina a las 5, cerramos todos y cada uno de los candados en la oficina, me complique la existencia con tanta llave pero bueno.

Cerré la escotilla y todas las puertas, ya afuera esperamos al novio de Margarita, mientras lo hacíamos vi que el vecino salió con tremenda pistola y cortó cartucho, me puse muy nerviosa y entre dientes le dije a Margarita que mirara a otro lado, hasta al coquito le dio miedo pues se puso sus moños al irnos, pero todo quedó solo en eso.

Ya en casa he comido, descanse un poco y a las 8 de la noche salí hacia la Villa para reunirme con Salvador y patinar un poco. Salvador resulto ser un guardia de seguridad privada con un olor bastante peculiar. Caminamos un poco y luego comenzamos a patinar, ha sido complicado para mi pues sigo sin poder domesticar mis huaraches (fierecillas como les dice Mango), pero al menos me mantengo en pie y me deslizo un poco, en cambio Salvador ni siquiera se puso los patines bien.

Traté de que otros rollers fueran pero justamente hoy había un “Paseo de Todos”, así que ninguno ha podido estar, solo paso uno mientras trataba de enseñarle un poco a Salvador.

Recordé lo que siempre les ponen a hacer en la pista los domingos, pero hasta ponerse en pie ha sido complicado, ha terminado dándose dos golpazos en el trasero, por suerte no estuve cerca o me habría arrastrado con él.

A las 10 de la noche cortamos la sesión, en mi caso he patinado NADA, sigo sintiéndome insegura con los patines, pero sé bien que es consecuencia de mi poca constancia, ni hablar, eso de solo medio patinar los domingos no es bueno, debo ponerle más atención al asunto.

Ya en casa he continuado con la serie española y pude charlar con Juan, hemos quedado en que me pasará la nueva contraseña y hasta me ha dado los datos de otra cuenta, lo malo es que solo servirá hasta el día 13 del siguiente mes.

Una noche más que no dejo de pensar en ti Alex.

Alex… ven ya por mi… duele mucho… duele tu ausencia… TE AMO.

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