15 de abril de 2016

61 Meses

Llegue a pensar que este día sería un poco mejor que los otros, pero me equivoque Alex, pensé que hacer una actividad diferente podría llenar el tremendo hueco que hay en mí, pero me equivoque completamente.

Fue un poco complicado bajar la bici por las escaleras, pero creo que las ganas de hacer algo diferente hoy fueron más que suficiente, aunque tuve que pasar a la gasolinería y ponerle aire a la llanta trasera, la traía un poco baja. Lo curioso ha sido que no me cansé tanto como otras veces, llegue a la oficina entera y con bastante energía.

En el trabajo todo estuvo bastante tranquilo, pude avanzar bastante en algunos pendientes con Vic y por fin noté una mejoría en mi salario, aunque no sé el contador no pudo aplicar el incremento desde el primer día del mes, en fin, veremos qué pasa la siguiente quincena, por ahora son bien recibidos los 800 pesitos de más.

Lo demás fue perder el tiempo en la oficina, esperar hasta casi las 7 de la noche para irme al centro. Te confieso que he sentido feo el irme sola, pero de alguna manera lo he visto como un reto y cada tanto me recordaba que estoy sola.

Al llegar había pocas personas en patines y comencé a preguntar por el chico con el que estuve charlando en días anteriores, pero nada. Poco a poco vi llegar a las personas y a los chicos del grupo de patinaje, con los que suelo ir, pero me quede relegada, quizá por miedo, quizá por pena, quizá por tonta.

Y llego el momento de querer encajar en el staff, al principio me relegaron, luego me incluyeron, hasta he salido en la foto del staff, luego traté de adaptarme y al final lo hice muy bien Alex, poco a poco me vi involucrada, poco a poco comenzamos a organizarnos y me identificaban como miembro del staff, y me sentí bien Alex.

Conocí a un chico de nombre José quien me dio algunas recomendaciones para subir las cuestas, para bajar y hacer los cambios, además me ha prestado una luz que colocó en la parte trasera de la bici. Un chico bastante alto y muy agradable, que también iba en bici para ayudar y me advirtió que iba a ser muy pesado.

Todo iba bastante bien hasta que llegamos a los puentes, el primero estuvo tranquilo, pero la bajada bastante empinada, varios rollers cayeron y uno se lastimo la cadera, ahí tuve que taparlo con la bici pero sentí miedo pues otro miembro del staff me dijo que me retirara un poco más por si otras personas no veían a tiempo cayeran encima de mí y no del caído.

Hubo otra subida en la cual no le vi fin, casi para llegar a la cima tuve que bajarme de la bici y caminar porque no podía. Lo preocupante fue que sin pensarlo llegue a tener a algunas personas agarradas de mí, unas por miedo, otras porque ya no podían más.

Y justo cuando llegamos a la altura de Chapultepec le comenté a José que ya no podía más, amablemente él me dijo que primero estaba mi seguridad que otra cosa, que valorara el continuar o no, a lo que preferí retirarme, entregar el chaleco e irme a casa, de nuevo sola.

Por un segundo lo pensé pero creo que ha sido lo mejor Alex, solo me detuve una vez a comprar algo para refrescarme pues tontamente no llevaba agua y tuve que pedirle a los demás un poco, por suerte me dieron sin problemas, hasta José me dio de su agua y dijo que iría a comprar una botella.

Me vine casi directo desde Chapultepec a casa, una parte fui acompañada por dos rollers, hasta que llegamos al centro, ellos se fueron hacia la calle de Mora y yo me seguí. Hubo momentos en los que me sentí sola, pero de alguna manera no me ha dado miedo, puedo jurar que llegando la Calzada de Guadalupe comencé a ver dos sombras en el piso, una mía y por segundos otra que semejaba mucho ser la tuya.

Justo enfrente de la Basílica he tenido que hacer otra parada pues sentía que de nuevo me iban a dar calambres, solo ha sido unos segundos y me fui caminando un poco para darle masaje a los pies. Dos cuadras más y me subí de nuevo a la bici, esta vez para no detenerme y llegar hasta la casa.

Aunque me fui y regrese sola no me sentí tan mal, siempre estuviste en mi mente Alex, aunque desearía fuera de otra forma. Me haces tanta falta.

No tomé fotos, aunque si vi algunas tomas que valían la pena, Luis me tomo algunas fotos, salude a algunas personas pero no salí en la foto del grupo, hasta encontré a Javier dando el roll, sumamente cansado, al igual que yo.

Las pernas me temblaron al subir las escaleras, pero me agradó esta actividad, el subir y bajar puentes, el ver a otros patinadores, el ayudar aunque te extrañé y me hiciste mucha falta.

Alex… ven ya por mi… te lo suplico… TE AMO.

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