4 de noviembre de 2015

Oscurenciendo a las 6 pm

Me he levantado mucho mejor, al menos no he sentido tanto dolor en la espalda como ayer, pero con comezón en el cuello, por lo visto si no es una cosa es otra, pero bueno. Me vestí, organice lo que llevaría a la oficina y me puse en camino, aunque tuve que volver a la casa pues al final he olvidado los recibos de la luz y mi sándwich.

He llegado a la oficina temprano, preparé una taza con café y me dispuse a trabajar, cuando llego Margarita le he mostrado mis zapatillas negras, las que use en nuestras graduaciones Alex, se las he prestado para que las use en la fiesta de Brenda, le quedaron un poco grandes, nada que unas plantillas no corrijan.

Durante la mañana pude avanzar en uno de mis tantos pendientes, incorporar las nuevas ofertas de servicios a nuestros clientes en la página de la empresa, pensé que me iba a costar más trabajo, pero me equivoque, según yo había quedado bien, pero Vic me ha pedido incorporar un menú a la página, solo en esa sección, lo que conlleva más trabajo Alex. En fin.

Por la tarde he estado charlando con él sobre otras cosas, pendientes sin tanta importancia pero que debíamos hablarlos, pensé que sacaría el tema de las facturas pues estuvimos intercambiando mails durante la mañana para aclarar algunas cosas, por fortuna no lo hizo.

Pero si me ha retenido en la oficina hasta las 6 de la tarde, el problema no ha sido la hora, más bien que ha oscurecido muy temprano, lo que me puso los nervios de punta, he llegado rapidísimo a casa, por supuesto primero a casa de tu mamá para avisarle que ya estaba ahí, aunque de manera rápida y esperando a que me llamara la atención, no lo hizo.

Encontré a tu mamá y hermana en la cocina comiendo, o más bien devorando el alimento de sus platos, cortésmente me invitaron a comer con ellas pero he preferido venirme a la casa, para serte sincera no tenía hambre Alex.

Ya en casa comencé a desarmar la pequeña ofrenda que he puesto, pero al colgar la foto de tu papá se han caído tus castillos, por supuesto han hecho más escándalo que nada, pero la culpa la he tenido yo por no asegurarlos y sellar bien las cubetas, en fin. Una tarea que no tenía planeada.

Al final he ha dado un poco de hambre, comí algo y me puse a mirar la televisión, aunque no le he puesto mucha atención, me he ido a dormir temprano, espero que se me quiten los granitos en el cuello con una pomada. No creo que sea para tanto, si continua la comezón iré al médico, mientras tanto esta pomada me servirá.

Sigo sintiéndome triste Alex… ven ya por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario