22 de noviembre de 2015

Chignahuapan

Nos hemos levantado a las 6 de la mañana, me he vestido y arreglado las pocas cosas que llevaría, mamá igual. Hemos salido de la casa alrededor de las 6:30 am para ir con la comadre, ellas ya estaban ahí esperándonos y nos fuimos caminando hacia la clínica, donde encontramos el camión en el cual nos iríamos de paseo.

Subimos y a esperar a las personas que faltaban, odio tanto la impuntualidad, pero bueno. De nuevo un paseo en el cual no estás Alex, no tienes idea de cuanta falta me haces. Mamá estaba sentada a mi izquierda, en el lugar que siempre ibas tú.

Para no sentir tanto el camino he tratado de quedarme dormida aunque estuve más dormitando que nada, y llegamos a Chignahuapan, la primera parada seria a un balneario, pero al bajar del camión estaba lloviendo y había bastante frío, fuimos directamente al pueblo. Tuvimos que caminar bastante hasta que conseguimos un taxi.

De ahí a recorrer las calles, fue donde me di cuenta que ni mi mamá o yo estábamos emocionadas por las esferas, buscábamos más un lugar para comer, pero la Comadre y Blanca comenzaron a comprar tantas cosas, entre adornos de mesa, navideños, esferas, etc.

Hemos errado la selección del lugar a comer, ha sido un lugar de mariscos que también ven día tacos, mamá ya tenía bastante hambre y pidió unos tacos, todos pedimos de comer, pero esta vez mamá se ha excedido bastante, entre sus tacos, un filete sol y el caldo de pescado, he tenido que ayudarle, puedes imaginarlo Alex?

Lo bueno es que la Comadre también ayudo con el caldo de pescado, ha sido un poco caro pero al menos ya teníamos la panza llena, de ahí a seguir viendo esferas, sinceramente Alex no vi una que me haya emocionado, para mí y hasta para mamá eran adornitos que al final se convertirán en “estorbitos”, pero Blanca y la Comadre felices comprando.

Y comenzó a bajar la temperatura, la neblina se apoderó de las calles y tuvieron que comprarle un chaleco al Cesarín, estaba temblando el pobre, por fortuna yo me he puesto un chaleco antes de salir de casa, y me sirvió bastante Alex.

Al final solo he comprado unos refrescos artesanales, mamá compró su acostumbrado estambre y un poco de pan. Además de algunas yerbas para ponerlas en alcohol y demás cosas que se pueden conseguir en cualquier mercado pero ahí lo encontramos más fresco. Encontré algo bastante curioso Alex, un tipo pan de hojaldre pero adentro tiene una manzana entera, bastante curioso pero un poco caro, como dice mamá habrá que probarlas.

Como nos adelantamos en el paseo tuvimos que buscar el camión, lo venimos encontrando a dos cuadras derecho y cuatro hacia abajo, vaya caminata Alex, con la caja de refrescos, llenas de bolsas, ha sido un poco complicado el asunto. En cada cuadra pensaba en el diablito que tenemos en casa, si al menos lo hubiese llevado otra cosa sería.

Llegamos con la lengua de corbata, pero hemos podido acomodar las cosas sin prisas, aunque luego a esperar, ahí fue donde la neblina hizo de las suyas, el fío comenzó a ser más intenso. Lo bueno es que no tardaron mucho en llegar, pero al ver las fotos que habían tomado las otras personas sentí un poco de envidia, nosotros no fuimos a esos lugares, en fin.

A las 10:30 de la noche ya estábamos entrando a la casa, ha sido difícil caminar con todo lo que compramos, esta vez he pedido un taxi de Uber para que llevaran a mamá, llego bastante bien y maravillada con el servicio, eso debí haber hecho la vez pasada Alex.

Estoy sumamente cansada, no sé si por hoy o por todo el fin de semana. A cada momento pensé lo diferente que sería de estar juntos, seguramente habría comprado muchas esferas y ahora... son solo "estorbitos".

Alex… me hiciste mucha falta… hoy y siempre… TE AMO.

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