28 de septiembre de 2015

El queso y los uniformes

Un día bastante frío, de esos en los cuales no quieres salir de las cobijas, pero me he levantado nuevamente temprano Alex, con decirte que hasta me anime a bañarme con agua calientita para llegar al trabajo con todos los ánimos que me es posible.

Estaba tan animada Alex, desayune un chile relleno, preparé café para llevar a la oficina y agua de sabor, el problema ha sido al preparar el sándwich que me llevo casi todos los días, al momento de ponerle una rebanada de queso me he puesto sumamente triste, recordar cómo te gustaba eso Alex, el pensar como me preparabas el almuerzo, he terminado llorando en la cocina.

No sé bien de donde he sacado fuerzas para limpiarme las lágrimas y salir de casa, aproveché que había bastante basura para, poco a poco, poner la mía, aunque no es mucha y puedo llevarla a la oficina para tirarla con el señor amable, esa simple acción ha servido un poco para distraerme Alex.

Aunque lo que realmente me ha servido para distraerme ha sido la tarea de ver con Margarita el tema de los uniformes, al final hemos coincidido en pedir las mismas playeras y camisas que los hombres ya que el modelo para las mujeres es más reducido y a ninguna nos gusta ponernos ropa justa, al menos en la parte de arriba.

Entre corregir modelos y tallas se nos ha ido gran parte de la mañana y he aprovechado la tarde para ir a comprarlos directamente a la fábrica, ahí fue donde he perdido más tiempo, sobre todo con el hecho de la facturación, Vic me pidió que fueran facturas de importe no mayor a los $ 2,000 pesos, ni hablar.

He vuelto a casa con 3 cajas y perdiéndome un poco, lo bueno ha sido que el telefonito me a ayudado a volver sana y salva a la casa, sobre todo por el hecho de que estuvo lloviendo y es un lio con la construcción del metro bus.

Y, como de nuevo me he topado a los señores de la luz, le he llamado a Cecilia para avisarle, resulta que por fin una de sus inquilinas ya tiene luz, supuestamente llevaba ya una semana y nada, hasta Cecilia ha tenido que ir a la compañía y tratar de ayudarla. Por supuesto me ha hecho sentir un poco mal pues cuando a mí me cortaron la luz por equivocación no se ha ofrecido a ayudarme en absoluto, lo bueno es que no soy una maniatada Alex, no lo soy, nunca lo he sido y espero no serlo. Una característica que se bien te gusta de mí.

El resto de la tarde me la he pasado en casa, he aprovechado para bajar algo de arriba, quedan ya pocas cosas pero solo me queda este mes para dejar todo vacío, siguiendo mis planes Alex, ojalá pudieras ayudarme con esto.

Alex… no sabes cuanta falta me haces… ven ya por mi… TE AMO.

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