5 de septiembre de 2015

Conociendo al "almeja"

Hoy me he levantado un poco temprano, más que nada con la esperanza de toparme al repartidor de agua y reclamarle el hecho de que casi no ha pasado por la colonia, o quizá sea yo quien no me levanto muy temprano para verle, en fin, he estado muy atenta a eso pero nada.

Casi a las 11 de la mañana he ido al dentista, ha sido una visita rápida pues solo me ha dado un “aparato” que debo ponerme en los dientes de abajo para enderezarlos y juntarlos, el solo ponérmelo ha dolido bastante y deberé usarlo todo el tiempo, hasta para comer, lo bueno es que me ha dado otra opción pero eso requiere ponerme unos “botones”, tipo braquetes en los dientes, para hacer lo mismo. Por ahora probaré esta opción Alex, espero me vaya bien.

Ya en casa me he quedado un buen tiempo sentada en tu sillón, mirando las paredes aunque la televisión ha estado prendida todo el tiempo, sin ganas de hacer algo, solo ver las cosas sin mirar realmente.

Quizá sea que aun espero tu regreso Alex, no sé bien, pero últimamente me pasa eso, ni siquiera el hecho de tener que desocupar los cuartos de arriba me han obligado a salir de ese aislamiento. Así he estado varias horas hasta que el hambre y la sed me obligaron a moverme.

He comido un poco pero la idea de ir por comida china me obsesiono un poco, así que por ahí de las 6 de la tarde he salido de casa, me he topado con Perla y me ha pedido que la acompañe a ver a tu mamá, ya casi para llegar a la esquina nos topamos con alguien muy conocido para ti.

Un amigo a quien apodaron “almeja”, al menos así me lo ha presentado Perla, al parecer se habían quedado de ver para ir al cine pero este chico ha llegado tarde, eso me di cuenta por los reclamos de Perla y lo avergonzado que estaba él, creo ha sido más por mi presencia que nada.

El plan de ir a ver a tu mamá se ha cancelado, hemos ido al centro comercial, ellos al cine y yo a comprar, me he despedido de ellos y entré a la tienda, aislándome de todos con los audífonos, sin mirar a nadie y perdiendo el tiempo, sobre todo porque ha comenzado a llover bastante y no tenía ganas de caminar bajo la lluvia.

Sabes Alex, me he animado a comprar el café de Colombia, aunque bastante caro pero sin pensarlo he escuchado tus palabras: “cómpratelo G…, si lo quieres cómpratelo”, he comprado uno con sabor a chocolate y el otro con sabor a vainilla, más que nada por escuchar tus palabras y que no me pase como solía pasarnos Alex, quedarnos con las ganas.

De ahí a comprar comida china, me ha atendido Guillermo, aunque esta vez ha usado la báscula para pesar la guarnición pero el guisado ha sido “libre”, no lo ha pesado como con los otros comensales, adicione un par de rollitos primavera y me vine a casa, finalmente la lluvia había cesado.

Lo primero que hice ha sido comer, curiosamente el último bocado me ha dado asco, así que dejaré pasar un buen tiempo para ir nuevamente. Después a organizar lo que he comprado, creo que mi idea de tomar solo leche de coco, arroz o almendras tendrá que esperar pues quiero probar el café con sabores. Ya te contaré si ha valido la pena.

Son las 12 de la noche, de nuevo sin sueño, comienza una película japonesa, espero que al final pueda dormir.

Ven por mi Alex… TE EXTRAÑO y TE AMO.

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