28 de agosto de 2015

Solo Cecilia y yo

Un día bastante tranquilo Alex, aunque he estado peleándome un poco con SQL, no quiere aceptar introducir datos en la base de datos de ninguna forma, pero he estado muy concentrada con respecto al sistema, analizando cómo debo atacar todos y cada uno de los requerimientos que tenemos, por el momento solo estoy enfocándome con el formato de clientes, que le servirá a los vendedores.

Todo iba bien hasta que traté de meter un dato, ahí comenzó mi frustración y por más que le he movido nada, no puedo pasar ese maldito obstáculo. Lo bueno es que, como vino la señora, estamos del otro lado de la oficina y nadie se ha dado cuenta de mi frustración.

Me he ido temprano a casa, aunque es un decir, más bien a mi hora y por más que dijeron que hoy iríamos a jugar futbol parece que no va a ser posible, en las instalaciones solo estamos Don Jorge, Enrique, Margarita y yo. Por la tarde ha llegado Vic pero hasta ahí, los demás están, en teoría, en proyecto.

Ya en la casa hemos ido solo Cecilia y yo a las flores, tu mamá aún no está del todo fuerte para salir de casa además de que debe estar con oxígeno por lo menos unas 8 horas diarias, opino que debería ser por la noche pero Cecilia ha decidido otra cosa.

Hemos hablado de cosas sin importancia en el camino, sobre todo me ha contado un poco más como le fue el fin de semana, las cosas que le dijo el médico, de alguna manera creo que se ha desahogado un poco, anda bastante tensa últimamente, pero es comprensible Alex, te das cuenta cuanta falta haces de este lado?

De pasada fuimos a la calle de los dulces, Cecilia quiere agradecer a las enfermeras lo bien que trataron a tu mamá, ha comprado algunos bombones, mazapanes y demás cosas, en total han sido unos 100 pesos en dulces.

En el mercado de Jamaica hemos encontrado a Javier pero esta vez no ha traído flores lindas, así que terminamos comprándole al viejito y al hermano de Raúl, esta vez han sido velo de novia en color blanco y amarillo, Cecilia solo ha comprado 6 ramos de color amarillo y los claveles de tu mamá.

De regreso le he mostrado el video que tomé del domingo pasado, cuando una grúa casi se lleva el coche que le prestaron a Victor, le ha dado bastante risa el que le contara con mayor detalle y por supuesto ha agradecido que de alguna manera lo hemos apoyado.

Hemos llegado bien, aun con luz, así que ella se fue a su casa y yo me he venido sola, pensando en mil cosas y nada a la vez, pero la más persistente es la falta que me haces Alex.

Alex… ven ya por mi… no tardes… te lo ruego… ven ya… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario