Odio tanto estos días Alex, que prefiero estar dormida que despierta, aunque para mi mala suerte desde las 6.30 de la mañana han estado mandando mensajes tanto Eliza como Perla, la primera para avisarnos que Tere no pudo llegar, la segunda para decirme que aun así iríamos a ver el show pues ya teníamos los boletos suficientes para asistir.
Nos hemos puesto de acuerdo de vernos a las 9, aunque por alguna razón me he confundido y pensé que era 30 minutos después, solo me ha dado tiempo a bañarme y medio desayunar, o más bien darle una mordida a la tortita de papa, lavarme los dientes y salir disparada para encontrarme con Perla afuera de la casa de los Chávez.
Para llegar al lugar nos hemos ido en trolebús, nos hemos bajado pasando la parada de Garibaldi y de ahí a caminar, al llegar nos topamos con bastante gente y comenzamos a dudar seriamente que la entrada era solo con boleto.
Al entrar nos hemos topado con un pequeño teatro, nos sentamos casi a la orilla y disfrutamos el espectáculo, al principio han pasado los pequeñitos, de los cuales dos me han sacado una sonrisa pues le daban re bien a la zapateada Alex, luego el grupo de Tere, bailaron subidos cada uno en un cajón de madera, bastante bien.
Continuo con Tamaulipas, de nuevo he sonreído al escuchar Tampico, Cd. Madero entre otras ciudades que solíamos visitar en vacaciones con mamá. Perla ha tomado video de algunos bailables para mostrárselos a Tere y por un momento noté su molestia porque ella no llego, supuestamente porque la camioneta no llego a la hora indicada y ni por camión podían llegar a tiempo, cosa que dudo Alex, pero bueno.
A las 12 del día nos hemos salido de ahí, caminamos a la parada y afortunadamente paso el trolebús y nos pudimos subir. Hemos llegado rápido a casa, aunque durante el camino no he podido dejar de pensar en ti, sobre todo por el ruido de los zapatos de los bailarines Alex, recordé las veces que disfrutamos de danzas celtas, casi me suelto a llorar Alex.
En la charla con Perla le he confesado que desde el momento que te has ido el tiempo pasa volando, sin pensarlo los días pasan como agua, ni que decir las semanas o meses, todo es tan rápido y yo sin poder subirme al “carrusel de la vida”, como bien diría Kako.
Nos hemos despedido con un abrazo y cada quien a su casa, he comido un poco, vi la televisión para distraerme y sin pensarlo me he subido, desocupe lo que tenía pensado, he estado en los cuartos de arriba entre 2 horas, bajando cajas, organizando cosas para regalar y desechando tantas cosas, cuantos recuerdos Alex. Todo eso mientras también lavaba, traté de ocupar la mente, pero no he podido dejar de llorar.
Por supuesto a mamá no le he contado nada, antes de que ella llamara traté de tranquilizarme y si llego a notar algo lo achaque a las alergias, creo que no se ha dado cuenta de mi tristeza.
Ya a solas, por la noche… te he rezado Alex, me has escuchado?
Maldito día, malditos recuerdos, duele mucho que te hayas ido Alex.
Alex… ven por mi… no puedo más… aquí espero… no tardes… TE AMO.
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