22 de agosto de 2015

Cita con el ginecólogo

Hoy me he quedado de ver con Margarita en la estación del metro bus Chilpancingo para ir a ver al ginecólogo, de pura suerte he encontrado el teléfono de Héctor y en días pasados le he preguntado por sus citas, así que agendamos una para hoy, tanto para ella como para mí.

Ha sido un golpe bajo a mis emociones Alex, estar ahí nuevamente cuando la última vez lo hice contigo, ni que decir del consultorio, mismo lugar aunque los muebles acomodados de diferente manera. Por supuesto cuando he entrado lo hice bastante temerosa pero Héctor me ha recibido muy amigablemente, por supuesto me recordaba.

Y comenzaron las preguntas de rigor, aunque todas orientadas a mi salud, luego el examen, ahí sí que he sufrido y ha tenido que ponerme otro aparato más pequeño que pude soportar con mayor facilidad. Todo parece indicar que estoy bien aunque deberé esperar el resultado de los estudios, pero a simple vista todo está normal.

Por supuesto que le he comentado de todas mis molestias, aunque al final me ha dicho que seguramente tengo un descontrol hormonal, y me ha mandado hacer algunos estudios más. Al salir de su consultorio me ha regalado un gran abrazo, así me suelto a llorar ahí Alex, pero me contuve bastante, sobre todo porque Margarita esperaba.

Su consulta ha sido más rápida que la mía. Al salir hemos ido al pasaje comercial del Centro Médico, un lugar que por supuesto me trajo algunos recuerdos, algunos no muy buenos pues involucraban al cuñado, pero el más presente ha sido el que me hubieras rescatado un día de lluvia y fueses por mí a ese parque.

Hemos visto muchas cosas muy lindas, sobre todo unas playeras que me han gustado mucho, pero como no llevaba dinero suficiente ha quedado en eso, quizá un día vuelva y me compre alguna. Lo chistoso es que a cada paso que daba algo veía que me recordaba a ti Alex, una imagen, un muñeco, una playera. Todo a mí alrededor tenía tu sello Alex.

Por supuesto me he distraído con la charla de Margarita y eso ha evitado que me soltara a llorar, además pude probar las dichosas “Marquesitas” de Mérida, lo que me hizo desear más volver algún día a ese lugar y comprar más de una.

Nos hemos despedido alrededor de la 1 de la tarde pues ella quedo de ver a su novio, yo en cambio no tenía nada más que hacer, solo volver a casa y continuar con los cuartos de arriba. Ya en el metro le he enviado un mensaje a Héctor, mencionándole tu partida, será por eso que ando tan mal de salud?

Después de comer he subido y esta vez he tratado de organizar los rompecabezas Alex, guardarlos en bolsas y deshacerme de las cajas ha sido una buena idea.

Además he hablado con tu hermana, me ha pedido de favor que le ayude con un poco de efectivo, aunque no tengo claro si quiere que se lo lleve o deberé dárselo a Víctor, sigo bastante preocupada por tu mamá Alex, tal parece que mañana la dan de alta y quizá deba ir por ella ya que Victor tiene un compromiso. Veremos cómo se van desarrollando las cosas. Por favor cuida mucho de tu mamá Alex.

He bajado a la casa después de unas 2 horas, quizá un poco más. Al final me siento muy cansada, espero poder conciliar el sueño temprano.

Alex… no tienes idea cuanta falta nos haces… ven ya por mi… no tardes… TE AMO.

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