25 de agosto de 2015

Forrando libros

Se me ha hecho muy pesada la jornada laboral, aunque por la mañana he estado charlando con Gabriel y avanzamos un poco con respecto al sistema de calidad, además le he dado formato a la máquina de Enrique pues no le ha gustado para nada la nueva versión de Windows, ha sido el primero en la oficina que se le ha actualizado el sistema operativo y ha dicho que es un asco.

Pero como me lo ha pedido de muy buena forma le eché ganas a su computadora y en poco tiempo se la di con el software de inicio y configurada. Solo le ha quedado la tarea de personalizarla, es decir que instale los programas que usualmente usa para chatear.

Alrededor de las 2 pm, me he puesto a charlar un poco con Margarita, charla que se alargó hasta casi las 5 de la tarde. Le he dado algunas indicaciones para ir a la línea del metro bus que está cerca de la casa de mi mamá, ya sabes que la estación de Tacubaya tiene muchas salidas y la mayoría son bastante peligrosas.

He ido a preguntar cómo está tu mamá, Cecilia me ofreció abrirme la puerta para ir a verla pero me excuse con dejarla descansar, sinceramente ni ganas de verla, sobre todo por todo lo que me dijo ayer.

Y ha sido justo cuando hable con mamá que me dijo que tu hermana le contó todo lo que había pasado y como me pidió dinero, así que no me quedó de otra más que contarle, a grandes rasgos a mamá, lo que había sucedido, sobre todo porque me dijo que fuera a verla.

Al finalizar la charla me dijo que entendía mi postura y sobre todo que me apoyaba en mis (malditas) decisiones, pude sentirme un poco más ligera, aunque la charla con Cachito ayer ha servido muchísimo Alex, hay veces, como ayer, que no puedo más con lo que me hace tu mamá, muchas veces lo dejo pasar, pero ayer no fue nada justo, y sigo pensando lo mismo hoy, razón por lo cual no quise ir a verla.

Bueno, después de comer he continuado con la tardea de seguir configurando la Tablet del ahijado, pero comenzó a pedirme datos que no poseo, sobre todo foto del IFE del tutor, así que he ido a casa de la comadre a terminar y sobre todo dársela, sinceramente no me gusta eso que se caliente mucho, se lo he comentado para que le diga a la maestra.

Y me he quedado con ella un rato más para ayudarle a forrar los libros, aunque me ha desesperado el hecho de que el niño no ayudaba del todo, se la pasaba comiendo palomitas mientras su mamá y yo forrábamos, así que le he enseñado a hacerlo, he tratado de suavizar mi tono de voz para no causar molestias.

Al final el niño término forrando casi 2 libros y yo el resto, aunque trató de hacer su berrinche pero esta vez supe cómo manejarlo y ayude un poco a la comadre.

Sigo sintiéndome cansada Alex, pero sobre todo estresada y con ese sentimiento de soledad.

Alex… ven por mi… no tardes… te lo suplico… TE AMO.

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