23 de agosto de 2015

Los sartenes y la grua

Hoy ha sido un día de locos Alex y sumamente extraño. Ayer me he dormido pensando en que ojalá no tuviera que ir hoy por tu mamá, no porque me moleste, más bien porque no tengo ni idea donde se encuentre, pero de que llego, pues lo hago Alex.

Gran parte de la mañana me la he pasado esperando a que me llamara Cecilia, pero al parecer tuvo problemas con su celular y lo apagó, al parecer se le acabó la pila y no pudo volver a cargarlo así que me la he pasado marcándole a Victor para preguntarle cómo iban las cosas, él tampoco sabía muy bien y terminaba marcándole a la clínica o a una de tus primas para tener noticias.

Alrededor de medio día no pude más y agarre lo que tenía que llevarle a mamá, he aprovechado también en tirar la basura aunque tuve que darle dinero al chico, vaya servicio de recolección que tenemos en la colonia.

Así que me he quedado sin tomar jugo de zanahoria o comer unos ricos tacos dorados con mamá, apenas llegue a su casa y nos fuimos a la tienda pues había cosas que comprar, he de decirte que andaba de muy mal humor, con decirte que hasta mamá me ha llamado la atención por eso, y sinceramente tuvo toda la razón.

Cuando llegamos a la tienda una chica de queso nos comentó de una promoción, como debíamos comprar ese queso tuvimos que pedirle a la cajera nos cobraran los artículos por separado, para que ellas se quedaran con el tiquete. Al salir nos esperaban para que participáramos en un juego, había que meter una pelotita en uno de los agujeros que tenían ya instalados, por supuesto a una distancia considerable.

Por supuesto refunfuñe pero no quisieron acortar la distancia, lo chistoso ha sido que he metido la dichosa pelotita en los dos primeros intentos lo que me hizo ganadora de dos sartenes, las otras dos oportunidades me he puesto nerviosa pues la gente se acumuló a mi alrededor y me han puesto muy nerviosa, pero bueno, como dice mamá: “tres sartenes hubieran sido mucho”. He de decirte que eso de ganarme los sartenes hizo que cambiara mi humor.

Luego de eso he hablado con Victor para saber de tu mamá, al parecer está evolucionando lentamente, pero va bien y el doctor ha dicho que es recomendable que se quede otro día más para tenerla en observación pero que si queríamos traerla a casa era bajo nuestra responsabilidad, por lo que Cecilia ha accedido y se quedarán otro día más por allá.

Después hemos ido al mercado a comprar el queso de pueblo para mamá y su masa, de ahí me he venido a la casa con la comida para la semana y 21 refrescos de cereza que el señor de la tienda me ha conseguido, aunque de los cuales 3 hayan sido de manzana.

Por la tarde, como quedé de ir con el ahijado para ver la tablet que le dieron en la escuela, he ido a la casa de los Chávez, estando con ellas nos hemos puesto en contacto con Cecilia, quien nos ratificó la misma historia que Victor me había dicho, y quedé de llamarle más tarde para apoyarla con la cuestión monetaria.

Después de hablar con ella Victor me llamo pues quería meter un coche a la arena, justo ahí me di cuenta que una grúa estaba por llevarse el coche, por suerte iba llegando Juan con su familia y Fernando, así que ha salido casi toda la familia Chávez para impedir que se lo llevara, además de que Victor puso su pie entre las pinzas y la llanta del coche.

Hubieras visto que relajo Alex, cual verduleras hemos actuado, pero eso logro para que intimidáramos a los oficiales, entre Caco y Blanca casi bajan a golpes a la oficial y el chofer iba vestido de civil, así que hemos alegado unos 5 o 10 minutos y al final hicieron la graciosa huida. Todo ha quedado como una anécdota más que contarle a Doña Celia.

Vaya día Alex, he terminado comiendo una pechuga asada con las Chávez y viendo la Tablet del ahijado, por supuesto entre risas y otras cosas.

Un día lleno de locuras Alex, te habrías divertido como nosotros.

Alex… me haces tanta falta… ven ya por mi… no tardes… TE AMO.

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