24 de agosto de 2015

Regañada y enojada

Hoy no ha sido mi día Alex, desde que me levanté me sentí bastante extraña, te cuento lo que pasó. Ayer había quedado formalmente de marcarle a Cecilia a las 8:30 de la mañana para ver si ya tenía el número de cuenta y poderle depositar la cantidad que me había solicitado y poder cubrir los gastos de hospitalización de tu mamá.

Así que le marque a esa hora, en cuanto me respondieron le pregunté a la señorita si aceptaban transferencia bancaria, en caso de que tu hermana no tuviera la información que necesitaba para depositarle, pero inmediatamente me transfirieron con ella y me dijo que no tenía nada, que ella me avisaba, pero la noté bastante apurada pues tu mamá ya se quería venir.

Ya en la oficina marque de nuevo al hospital y me informaron que ya habían salido, así que no tuve de otra más que esperar a la tarde cuando fuera a visitarla. Hasta ahí todo iba bien, aunque te confieso que me sentí bastante mal, por una parte me hicieron a un lado y por la otra el haber sacado el dinero sin que lo ocuparan, pero bueno.

El día en el trabajo transcurrió bastante tranquilo, Vic anda de viaje así que pudimos hacer algunas otras cosas, pero no me sacaba de la cabeza ese sentimiento extraño, eso de sentirse usada y luego que me hayan hecho a un lado no me pareció justo.

Aunque el gran problema ha surgido cuando fui a ver a tu mamá, estaba acostada en el sillón y en cuanto Cecilia nos dejó solas comenzó a reclamarme, que si quería saber la cuenta, que si no le quise prestar el dinero, que se lo hubiera dado a Victor y sobre todo el que no estaba bien mi forma de actuar para con ella. Prácticamente eso fue lo que me ha reclamado, entro otras tantas cosas que me dijo. Por supuesto he tratado de explicarle la versión correcta pero ella se aferró a su idea.

Por supuesto que me he enojado, tanto ella como yo, levantamos la voz, le he dijo que no me parecía justo y que no me parecía justo, por supuesto ella dijo casi lo mismo y lo que realmente me molesto fue su tono y que me dijo que ya sabía con quién contar y con quién no.

Solo me quede el tiempo suficiente para que llegara Cecilia pues había ido a las tortillas, en cuanto llego le dije que en cuanto tu mamá estuviera mejor me gustaría aclarar algunas cosas pues tu mamá me había reclamado, por supuesto tu hermana se sacó de onda y dijo que de una vez aclararíamos todo.

Hemos ido con tu mamá y Cecilia le explico lo mismo que yo le había dicho, así que no le quedó de otra a tu mamá más que decir: “Discúlpame”, más a fuerzas que nada, no le dije nada y preferí irme de ahí argumentando que nos veríamos mañana e iría a comer. Pero estoy segura que Cecilia notó mi molestia, y no es de menos Alex.

Tan enojada estaba que terminé platicándole muchas cosas a Cachito, le he agradecido el que estuviera contigo ese maldito día, me contó algunas otras cosas y yo muchas más. Ella hasta me dijo que no sabía bien como habían pasado las cosas pues se quedó con la versión que tu mamá le contó sobre todo lo que pasó, pero que no le creía del todo. Al final me ha abrazado y fue cuando no pude más y terminamos llorando mucho. Me ha dicho que de ahora en adelante vea en ella a una hermana y me ofreció una disculpa por lo que te hizo.

Estuve con ella hasta que cerró la tienda, tantas cosas se han aclarado y sobre todo me ha brindado su apoyo pues tanto ella como Blanca escucharon cuando Cecilia me daba instrucciones para que le depositara el dinero, así que en cuanto pueda también hablará con tu mamá.

Antes de venirme a casa también hable un rato con Xochitl, me ha dicho el precio de los boletos de su graduación y esta vez le he dicho que me reserve dos, el mío y el tuyo, aunque lo use mi mamá. Como verás siempre pienso en dos personas Alex, en ti y en mí.

Al final no ha sido un buen día, te das cuenta cuanta falta me haces?
Como dice Cachito, te has ido y me he quedado con tremendo paquete.

Alex… ven por mi… no tardes… TE AMO.

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