12 de abril de 2015

Los 50 pesos

No puedo creerlo Alex, he conciliado el sueño hasta las 4 de la mañana, me la he pasado investigando algunas cosas en internet desde el telefonito, sinceramente no me di cuenta de la hora hasta que me he levantado para ir al baño.

Y lo malo no ha sido la hora de dormir, fue que, siendo domingo, me he tenido que levantar antes de las 8 de la mañana para acompañar a tu mamá y hermana a la Quiroga, para mi suerte hablo Cecilia como a las 7.30 para decirme que fuéramos más tarde, por ahí de las 9 de la mañana, así que al menos pude dormir unos 50 minutos más.

Solo he comprado duraznos y mango, como no ha ido Hugo los compré directamente con la Maruca, hasta eso los mangos se veían bastante ricos, por supuesto todo ha sido casi verdes de lo contrario no me durarán para la semana.

Después de eso fui a la casa de mamá, me ha preparado unos ricos huevos con jamón y espinacas aprovechando que aún le quedaban en el refrigerador. Por supuesto me ha pedido acompañarla al Banco para checar algunas cosas y de ahí irnos al centro comercial. Al final lo hicimos al revés, hemos ido primero al centro comercial y ahí, de nuevo he comprado mangos, aunque de otro tipo, estaban baratos y se veían muy ricos.

Aun cuando estaba muy cargada por las bolsas del mandado, fuimos al banco, mamá no quería ir pues yo traía muchas bolsas pero insistí para no tener que dar tantas vueltas y ha sido bueno Alex, porque cuando estábamos paradas en el semáforo vi un billete de 50 pesos a un lado de mamá, solo pude decir: “Mamá” y me agaché a recogerlo sin mirar a otro lado, aunque te confieso que los tobillos reclamaron ese movimiento.

Por supuesto mamá se ha sorprendido de mi “buena suerte”, aunque estaban a un lado de ella no se dio cuenta. Quise decirle que prefería cambiar toda la suerte del mundo por tenerte a mi lado, o mejor aún Alex, por estar a tu lado.

Y luego al mercado, más por insistencia mía de comprar nieve argumentando que por las tardes hace demasiado calor y se antoja. Pero no fui la única que pensó eso Alex, vaya fila que hicimos, y eso que nos hemos apresurado al caminar.

En el camino encontramos un muchacho que venía aguacates y duraznos, un poco económicos pero lo que más nos ha llamado la atención ha sido el hecho de que nos dejara escogerlos, aprovechamos y hemos comprado un poco más de fruta.

Ya para venirme a la casa mamá me ha dado algunas playeras que su hermana le dio para mí, según ella son nuevas y no sé qué más, de todas las que me ofreció solo me ha gustado una de ellas y las demás me las he traído más que nada para usarlas en la casa, se ven bastante frescas.

He usado esos 50 pesos para cortarme el cabello, hoy ha ido la señora Lucha con tu mamá, aproveché el momento pues de verdad por la noche hace demasiado calor, así que un corte de cabello no cae mal.

Termino el día lavando y acomodando la ropa, tanto mía como la nueva.

Cansada... muy cansada pero triste.

Alex… ven ya por mi… te espero, no tardes más… TE AMO.

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