En el poli

Hoy me he levantado muy temprano Alex, desayune muy poco y me puse en camino para ir al Casco de Santo Tomás, eso de ir en transporte público hasta el metro no ha sido bueno, pero no tuve otro remedio Alex, lo bueno es que cerca de la casa se baja mucha gente, así que al final terminé sentada y con el camión casi vacío.

El metro estuvo un poco pesado, sobre todo porque el truco que solía usar no me ha salido como años anteriores, fui un poco apretada pero al final he llegado con bastante tiempo de anticipación, de ahí a preguntar dónde era la calle y caminar.

No fue mucho hasta que encontré la cerca de color guinda, muy particular del Poli, pero la puerta número 6 se me escondía. Cuando por fin llegue a caminar de nuevo, ahora para buscar el lugar exacto, un edificio pegado a la alberca.

Era muy poca gente la que estaba ahí, pero quizá sea por ser de primera vez, lo que no me gustó ha sido que nos hicieron firmar una hoja de consentimiento ya que usarán nuestros datos para investigación, por supuesto con 2 testigos, hemos firmado unos a otros, muy poca gente iba acompañada.

Esta vez no vi muchos niños, pero si gente grande, dude un poco.

He esperado un poco, me atendió un doctor que vi llegar y rogué que me tocará el, suerte?. Me hizo algunas preguntas y al final he salido con una dosis semanal del llamado Factor de transferencia, 300 pesos cada toma Alex, puedes creerlo?. Curioso ha sido el encuentro, un doctor con especialidad de tu edad Alex, durante la consulta hemos bromeado un poco, hasta me mostro uno de sus tonos del teléfono, me ha dado un poco de confianza, será que me ayude Alex?

He tomado un poco de tiempo para pensar, comprar o no comprar las dosis, todas o solo para un mes, debo hacerlo o no?, miles de preguntas surgieron en mi mente, pero solo pude escuchar tu voz diciéndome que las comprara.

Ni hablar Alex, una inversión bastante fuerte pero ya estoy cansada de siempre sentirme mal, por una parte está lo emocional y por otra lo físico, al menos puedo atender una de ellas de manera un poco inmediata, pero no lo sé, tengo tantas dudas.

Malditas decisiones, siempre tengo que tomarlas Alex, porque es esto?

Mientras caminaba de regreso me sentí bastante insegura, si la gente a mi alrededor supiera lo que llevaba entre las manos, el valor monetario que conlleva, tuve miedo.

Y me he venido a la casa cas volando, resulta que estas tomas no deben estar fuera del congelador, puedes creerlo?, debes descongelarlo con el calor de tus manos e inmediatamente ingerirlo. Pero lo más triste, lo que me hizo llorar un poco es que quizá este medicamento pudo haberte ayudado Alex, merezco tomarlo?

Para aprovechar el día he ido con el médico, mi alergólogo, el especialista me ha dicho que puedo seguir ambos tratamientos, así que le daré unos meses y veré como me siento. Hasta eso, al llegar me dieron la ficha 5 y de paso vi a la dentista.

Volví a casa temprano, noté que había una limusina afuera, solo sonreí un poco y llamé a tu mamá para contarle un poco, sobre todo para hacerle notar que ya estaba en casa.

Por supuesto pensé en ti todo el día, cada momento… a cada paso… Alex me haces falta.

Alex… ven ya por mi… no tardes… TE AMO.