26 de abril de 2015

Las cortinas

Quizá sea por la actividad de ayer, quizá porque ya no estoy acostumbrada a reírme, quizá por muchas más cosas Alex, pero hoy me ha costado despertarme por la mañana y tal parece que no he sido la única.

Puse el despertador como siempre aunque tu hermana me ha marcado a las 7.30 de la mañana para decirme si podíamos irnos a las 8.30 ya que apenas se habían levantado, le dije que sí pero ya no pude volver a dormir, solo miraba el techo y repasaba lo acontecido ayer, no quise mirar a otro lado Alex, para que hacerlo si no estás a mi lado y eso me hace mal.

Me levante a tiempo, me vestí y fui por tu mamá y hermana, ya estaban listas así que nos pusimos en camino de inmediato, la plática giro en torno a la despedida de soltera, aunque esta vez no ha sido de mi agrado algunas de las “bromas” de tu mamá, sobre todo eso de que no le gusto que le restregaran el cuerpo de los bailarines, pero bueno.

Llegamos y puse las flores lo mejor que pude, por supuesto no me han gustado, en parte porque las blancas estaban ya un poco marchitas y en parte porque andaba un poco de mal humor. Traté de dejarlas lo mejor posible, espero haberlo conseguido Alex.

De regreso pasamos a la Quiroga, hicimos algunas compras y volvimos rápido, bastante rápido para mi sorpresa, por supuesto he comprado algunos duraznos y le robe 2 mangos a tu mamá, he terminado comprando unas zarzamoras y frambuesas por 30 pesos los dos paquetes, hasta ha alcanzado para llevarle a mamá.

Volver y dejar las cosas para recoger lo que llevaría con mamá, desayunar e ir a hacer algunas compras, sobre todo comprar mangos y manzanas, pasar al mercado por unas ricas nieves y al banco. Como verás ha sido un día bastante pesado Alex.

El detalle más sobresaliente de este día ha sido que mamá coció las cortinas que le di, nuestras primeras cortinas Alex, e hizo las suyas, una tela que tenía pensado usarla para los cuartos de arriba, pero ya no vale la pena, por eso le di la tela a mamá, aunque no me esperaba que las fuera a cocer tan rápido.

He tratado de no mirarlas mucho, no recordar, no pensar, no sentir. Maldita sea, me ha dolido mucho, por supuesto me he aguantado las lágrimas lo más que pude, pero de regreso a casa ha sido imposible no llorar.

Te extraño Alex... ven ya por mi… TE AMO.

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