3 de enero de 2015

Los celos de Cecilia

Sábado de despertarme tarde, aunque últimamente no he podido hacerlo Alex, me levanté cuando escuché ruido abajo, creo que han estado entrando a vender no solo botes de arena, me alegro por tu mamá ya que siempre se queja de las bajas ventas, pero ya nada es como antes.

Además, debe pagar muchas cosas, entre ellas los gastos relacionados con el machetero y seguramente lo que le dé a Victor por sus servicios, dudo que las esté ayudando de a gratis además sigue sin tener un trabajo formal, sin mencionar la ayuda que le da a Cacho y, porque no decirte, hasta a mí. Aunque no es en dinero si en comida.

Y ahora su hermano, ella dice que de vez en cuando le da sus centavos, no mucho pero si para quedarse con ganas de nada, pero en cuanto tiene dinero el señor se va con sus “entenados” y se gasta lo poco que tiene, eso como le molesta a tu mamá, pero como dicen Alex: para bailar se necesitan dos, así que la culpa es de tu tío y de esa gente, en fin.

Lo que me hizo pensar mucho en ti fue el comentario que hizo tu hermana, ha mencionado que tu tío anda diciendo que tu mamá parece ya su mamá, cosa que la hizo enojar y le termino diciendo: “A no tío, usted tiene a su mamá que es mi abuela, si no supo valorarla es su problema, mi mamá es solo mía y la comparto con Alejando, no con usted”.

Casi me suelto a reír pero la note molesta y muy seria, terminé diciéndole que tu habrías dicho lo mismo, que doña Celia solo es mamá de él y suya, de nadie más. Solo escuché como suspiró y después ya no hablamos más aunque si noté la preocupación de tu mamá por su hermano y la molestia de tu hermana.

Y tal parece que tu tío se está encajando, no ayuda para nada, ni siquiera para apagar el boiler después de bañarse, vaya que es más una carga que otra cosa. Con decirte que no es bueno ni para separar la ropa sucia de la limpia, por supuesto tu mamá ha puesto un grito en el cielo cuando vio eso, parece que a cada rato lo regaña por todo y él no pone de su parte, creo que le divierte hacerla enojar.

De regreso fuimos por tamales, pensé que comprarían bastantes pero no ha sido así y como mamá no quiso que le llevara solo he comprado dos, uno de hoja de plátano y el otro normal, pero muy rico, sabia un poco a pastel, bueno no exagero pero era de lechera con no sé qué, la próxima vez que vaya compraré de nuevo.

El resto de la tarde te he extrañado mucho Alex, hace mucho frío y me cuesta mucho calentarme los pies y … bueno TE EXTRAÑO.

Alex… ven ya por mí… no tardes mucho… TE AMO.

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