22 de enero de 2015

Las pólizas y Socorro

Y como te dije ayer Alex, me levanté temprano, mamá me estuvo llamando para evitar quedarme dormida, al cuarto para las 8 de la mañana ya estaba en la parada del camión para irme al metrobus, mientras esperaba me topé con la amiga de Karopa, esa nena siempre me saluda.

Pensé que iba a ser fácil ir por las pólizas, gran error Alex, cuando llegue a la parada del metrobus había poca gente esperando, pero más de lo normal. Así que esperé pacientemente a que me tocara estar hasta adelante. Y cuando eso pasó me costó bastante trabajo entrar en el camión.

Vi como pasaban uno a uno, he de decirte que durante ese tiempo la gente se comenzaba a molestar más y más, y así transcurrió más de 1 hora hasta que por fin pude entrar, pero con forme íbamos avanzando la gente se puso más y más loca, la pobre chica que estaba pegada al tubo casi fue incrustada, poco a poco me fui moviendo, pero no mucho.

De haber estado ahí una embarazada seguro termina abortando Alex, así de apretadas íbamos. Pasando Insurgentes pude encontrar un lugar, no sin antes descontarme sin querer a una señora que me vio con unos ojos que casi me quería matar, pero bueno.

Y llegue al parque hundido, pagué las pólizas y me fui a recogerlas, para mi sorpresa tuve que subir 8 pisos pues el bendito elevador no funcionaba, fue ahí cuando me he topado con Socorro, la que era mi jefa en mi antiguo trabajo.

Por supuesto nos hemos saludado bien, un abrazo y beso en la mejilla, para luego continuar con el acostumbrado interrogatorio, me ha dicho que ya vive sola pues su hija mayor se ha casado, en estos días está por celebrar su segundo aniversario y la pequeña se ha ido a Estocolmo.

Ya sabes Alex, siempre presumiendo de eso, después ha sido mi turno, donde estoy, que me he hecho, donde trabajo, estoy bien, etc. Afortunadamente Enrique me ha llamado para preguntarme algunas cosas del cargador, al final le dije que lo comprara.

Cuando la chica de las pólizas me entrego las mías fue cuando Socorro aprovecho para preguntarme si me había vuelto a casar, por supuesto con una sonrisa en los labios le dije que NO, para evitar otro tipo de cuestionamientos aproveché en salir lo antes posible de ahí. No tuve ganas de preguntarle más o quedar para ir a tomar un café, lo que quería era salir cuanto antes de ahí y no soltarme a llorar como tonta frente a ella.

Mientras salía de ahí no pude dejar de pensar en cómo la llegue a considerar más que una jefa, luego la forma en la que terminamos nuestra relación laboral y lo que pasó después. Tantas cosas se acumularon dentro, quisieron salir en forma de lágrimas pero no pude hacerlo Alex, solo caminé y tomé el metrobus para ir al trabajo.

No sé ni cómo iba Alex, pero me he equivocado de camión y terminé en la estación Buenavista cuando quería llegar a la Raza, pero bueno, me bajé y tomé el metro, usé el telefonito para guiarme y al poco tiempo ya estaba cerca del trabajo.

En el trabajo me he dedicado más a la configuración de las computadoras, traté de no pensar, de no sentir, de no llorar.

Como no desayune he ido a comer con Vic y Omar, hasta eso estuvo rico aunque le di el consomé a Omar porque tenía garbanzos, aun no me gusta comer eso, así que en la primera oportunidad termino dándoselos a alguien más.

Con tu mamá las cosas han ido bien, hoy me ha invitado 4 panecitos de nata que le ha comprado a una señora, por supuesto me explico todo lo que hizo para conseguir un buen precio, 3 paquetes de panes por 100 pesos, panes de nata, cocoles y el tradicional de fiesta.

Aun ahora, de noche, no dejo de pensar en ese encuentro Alex, duele mucho.

Alex… ven por mi… TE AMO.

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