3 de noviembre de 2014

Viajando a Puebla

Ha sido poco agradable la llegada a la Vía Tapo Alex, desde que me levante pensé que todo saldría bien pero me a panique cuando vi que eran casi las 9 de la mañana y entro tu Tío con el trabajador de tu mamá, se acercaba la hora de irme y no se iban, afortunadamente salieron a algún asunto y aproveché para salir disparada, en pocos minutos llegue a la estación.

Y fue feo caminar por ahí sin ti a mi lado, la distribución de las tiendas ya es diferente Alex, sentí nostalgia a la vez que tristeza, mala combinación, hice mi mayor esfuerzo por no llorar, pero sé que dentro de mi iba cual Maria Magdalena.

Llegue a tiempo para ver a Enrique, ya estaba esperándome enfrente de la línea de autobuses, fuimos y compramos los boletos, escogí el asiento 17 pensando que el compraría el 18, pero por un problemita con un señor no pudo hacerlo, pensé que me iría sola, pero me equivoque, cuando abordamos me tocó ir en la sección internacional, Enrique en la sección de pandillero, eso me dio risa.

Sentado a mi lado iba un Alemán, hable muy poco con él, era su segunda vez en el país y estaba emocionado, pero como buen teutón casi no hizo platica, lo malo es que olía mucho a cigarro. Enfrente de nosotros iban unos sudafricanos, aunque no sé si hayan sido de ahí pues reconocí el idioma en el que hablaban como portugués, las personas sentadas atrás eran un par de italianas, medio apestosas pues cuando se estaban sentando se quitaron sus suéteres y me llego el tufo.

Afortunadamente el trayecto estuvo tranquilo, a excepción del momento en el cual las personas de adelante hicieron sus haciendo hacia atrás, después de eso me he quedado dormida, solo despertaba cuando el alemán se levantaba de su asiento para tomar fotos. Pobre de él, me ha dado ternura cuando al bajar nos despedimos y al recoger mi maleta solo se me quedo mirando, en fin, son personas extrañas.
Y llegamos a la planta, ya estaba ahí esperándonos Misael, afortunadamente a él le dan más viáticos y rento coche, de lo contrario tendríamos que movernos en camión, pero bueno.

Fuimos a comer al mismo lugar que nos llevó Vic, las enchiladas estuvieron más o menos y nos regresamos a trabajar, cuando fue mi turno de estar en el cuarto de control arreglando las pantallas sentí un poco de presión cuando llego Misael y solo veía lo que hacía, pero pude solucionar sin problema los errores de script que me mostro por la mañana.

El resto de la tarde estuvo más tranquilo para nosotros, el que pusieron a trabajar como negro ha sido a Enrique, hasta Misael se vio un poco mala onda con él, ni que decir Alex.

Me he hospedado en el mismo hotel que Enrique, veremos cómo nos va, no se ve tan mal el hotelito, hasta tiene una mini tina de medio metro, pero bueno, hay que cuidar los viáticos que nos han dado.
Por la noche hemos ido a comer a un lugarcito pintoresco, comí un molote de pollo con queso, es como una quesadilla grandota de las que venden en los mercados, cerrada completamente, aunque se me antojo la cemita que pidió Misael, pero era enorme, según no se la iba a terminar pero si lo hizo. De ahí hemos ido a caminar, pero nos topamos con una pequeña presentación sobre el día de muertos, muy agradable por cierto y a dormir.

Me haces tanta falta Alex, con decirte que se me olvidaron las chanclas para bañarme.

Alex… no puedo seguir sin ti… ven ya por mi… no tardes… TE AMO.

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