21 de noviembre de 2014

Enrique el flojo

He tenido un día bastante estresante Alex, toda la mañana me la paso arreglando la presentación de Enrique para el curso de configuración que dará en Puebla, creo que se tomó muy a pecho eso de solo “desechar” temas de las presentaciones que le hemos dado.

Prácticamente es un libro el que me ha entregado, lleno de información innecesaria, a mi vista está lleno de paja, es como si quisiera dar un curso completo del sistema, pero a nivel programación, cuando los cursos que suele dar Pedro son mucho más digeribles.

Al final, lo he reducido a unas 440 hojas, por supuesto que se lo he comentado a Vic y se ha molestado por el tamaño de cada manual, sobre todo por el costo que conlleva eso, Pedro lo ha acostumbrado a manuales no mayores a 100 hojas, de los cuales los hemos llegado a imprimir a color y en hoja opalina para que queden de lujo.

Por la tarde Vic nos manda llamar y al final Enrique sale con que a él nadie le dijo que tenía que armar un manual de menos hojas, en una forma un poco despectiva dice: “Yo puedo hacer un manual de 25 hojas si así quiere señor”, a lo que inmediatamente respondo: “esa era la idea”.

Después de ponernos de acuerdo para imprimir los manuales y buscar costos Vic nos vuelve a llamar, justo antes de irnos, para afinar algunos detalles, sobre todo de lo que hay que llevar y quien se iba a dar una vuelta el lunes pues llevaremos el proyector y alguna otra herramienta que a Enrique se le ocurra.

Lo chistoso es que él dijo: “Si es necesario vengo”, pero con su cara de pocos amigos, he respondido: “perfecto, entonces llévate el proyector y los cascos”, pero ha hecho una cara que bueno, ni te cuento Alex, Vic solo termino sonriendo y sé que muy dentro contuvo la risa.

Al final me ha pedido Vic que me lo lleve pues Enrique se irá a Salamanca para ver a su esposa, ni hablar, pero me ha dado la posibilidad de tomar un taxi para no tener tanto lio pues además llevaré maleta y los manuales que deberé imprimir mañana. Prácticamente iré como húngara Alex, llena de cosas pero creo que el metro bus no tendrá reparo en dejarme pasar.

Lo más molesto, o chistoso, del día ha sido que ya para irme me dice Enrique: “Como te vas en taxi te puedes llevar mi casco?”, he respondido con un rotundo: “No, no seas flojo Enrique”, ahí ha sido cuando no pudo más Vic y soltó la carcajada, por supuesto yo estaba que me llevaba el tren.

Antes de irme le he contado a Omar, se molestó un poco por la actitud de Enrique, pero ni hablar, es un flojo, creo que en la primera oportunidad me vengará, eso espero Alex.

El resto de la tarde he hecho lo de siempre, ir por las flores y luego a casa, me siento cansada y molesta, cubano flojo.

Alex… ven ya por mi… no tardes… te lo ruego… TE AMO.

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