4 de noviembre de 2014

Aburrida en Puebla

Comienza a desesperarme el hotel donde me he hospedado Alex, con decirte que en la tina difícilmente puedo sentarme bien, debo hacerlo con las piernas cruzadas y jamás pude llenarla. Pero creo que eso de ponerme algo mojado en la caliente me ha servido de algo, al menos he sentido descanso en los hombros.

Y hoy me he tenido que levantar temprano, bañarme y alistarme para estar poco antes de las 8 de la mañana en la recepción y esperar a Enrique, como él tiene un poco más de experiencia en conocer la ciudad me baso en su criterio, pero ha sido extraño que me dijera: “ahí está la panadería y el Oxxo, es lo que yo desayuno”.

Por supuesto ha sido de mi sorpresa, pero bueno, compré un pan y un café, aunque para medio día mis tripas ya estaban quejándose por lo poco que habían comido. Lo bueno es que el otro ingeniero, de nombre Misael, no es tan extraño como Enrique, él si come bien y descansa en un buen hotel, por supuesto he pensado tanto en ti Alex.

Por la tarde hemos comido algo muy rico, fuimos a un local donde he pedido una pechuga rellena de plátano con queso filadelfia, además de un poco de mole, por supuesto que eso ha servido para llenarme compensando con eso mi raquítico desayuno.

He de decirte que todo el día me la he pasado “picándome los ojos”, bueno no tanto así, he depurado un poco mi carpeta de libros digitales, de menos he desocupado una gran cantidad de espacio, aunque sigo pensando mucho en comprarme ese disco duro externo, no tanto para traerlo conmigo, si no usarlo como respaldo y dejarlo en casa, creo que sería el disco duro rosa que usaría más, qué opinas?
Hasta eso, hemos estado saliendo temprano de la planta, pero lo que me ha dado risa que Misael me dice que solo ha tenido diferencia de opiniones con Enrique y si he disfrutado mis vacaciones, supuestamente mañana podré usar el “servidor” para realizar las correcciones pertinentes, aunque hoy he estado un poco más en el cuarto de control.

Noté que el pobre chico de la otra empresa se la pasaba pariendo chayotes, como siempre solo lo han usado como bomberito, pero no ha solucionado nada. Que lio, puedo decir que la empresa para la que trabajabas ha caído mucho, según nos dijo en la comida que llevaba 4 años en la empresa pero siéndote sincera lo dudo mucho Alex.

Por la noche hemos dado un paseo por la ciudad, hemos usado al pobre Misael como chofer, pero al poco tiempo nos reunimos para estar en el centro de Puebla, creo que todos hemos estado satisfechos por la comida que no quisimos cenar, en fin.

Vuelvo al hotel, cansada y pensativa, afortunadamente me traje a Corleone conmigo, como siempre mi fiel acompañante.

Alex… te extraño tanto… ven ya por mi… no tardes… te lo ruego… TE AMO.

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