27 de noviembre de 2014

La multa

Hay días en los que todo sale mal Alex, al parecer hoy ha sido un día de esos, aunque no he de generalizar ya que en el trabajo me ha ido bien, todo tranquilo, casi no he hecho mucho pero sé que llegará el día en el cual Vic me pida un avance con respecto a los programas que prometí hacer, pero bueno, no quiero preocuparme más de lo necesario por ese día, sé muy bien que si me lo propongo en pocos días terminaré haciendo lo que en meses no he podido hacer.

Como me paso cuando hice la página de la empresa, me quedo muy bien, aunque no recibí muchas felicitaciones, en fin, cosas del trabajo.

He estado un poco tranquila, aunque sigo restringiendo el acceso del internet a Enrique, más que nada porque me desespera su forma de teclear y me enerva que se la pase chateando por todos los medios habidos y por haber. Pero sabes lo que realmente me molestó fue el hecho de que quisiera verme la cara argumentando que chateaba, en páginas de chats, con un amigo que no sabía de computadoras, en fin, ni que decir, se la pasa gastando los datos móviles de tu teléfono.

De regreso, tratando de congraciar con tu mamá de nuevo, he ido a la plaza comercial donde hace tiempo compró mamá un jarabe que le ayudo cuando se cayó en la coladera, ella se lo puso como pomada y en poco tiempo se le habían desaparecido los moretones, así que como tu tío aún tiene el brazo morado quedé en llevárselo.

Pensé que había sido un buen día pues hasta me hicieron un mini descuento, hasta compre la clorofila que hace años habíamos adquirido, la que hace el agua verde y tiene un sabor mentolado, pensando que quizá de esa forma pueda tomar más agua.

Bueno, todo iba bien hasta que di una vuelta mal, sabía perfectamente que no debía hacerla pero lo peor ha sido que no me cercioré bien y en el semáforo me detuvo un patrullero, de hecho fueron dos motociclistas, me llevaron a una callecita para no entorpecer el tráfico.

Y por más que trate de eludir la multa uno de ellos me dijo que le mostrara mi licencia, seguramente fue con maña para que mostrara lo que traía en la cartera, pero como ya había hecho las compras solo me quedaron 40 pesos, al final se acerca el segundo y me dice que los envuelva bien y se los entregue.

El regreso a casa ha sido terrible, recordé la vez que nos multaron pero en ese momento la mordida había sido de menos dinero, pero el regreso fue mucho más agradable pues no parábamos de reír, lo recuerdas Alex?

Guardé el coquito y fui con tu mamá para llevarle el jarabe, la vi un poco preocupada pues no sabe muy bien que pasa con tu tío, espero que se mejore pronto.

Ya en casa, después de hablar con mamá me he soltado a llorar, te extraño horrores Alex.

Alex… ven ya por mi… no tardes… te lo ruego… TE AMO.

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