24 de septiembre de 2014

Soñándote

Escuche claramente como sonó la alarma del despertador pero rápidamente la apague, sinceramente no tenía ganas de ir al Cenlex y menos porque al despertarme recordé lo que estaba soñando. Inútilmente trate de volver a soñarte, pero no lo he conseguido Alex.

En el sueño estábamos mirando una película en alguna plaza, como solíamos hacerlo, como dos veces me separé de ti para hacer algunas cosas pero siempre volvía a tus brazos. En una de esas ocasiones vi que estabas abrazando a alguien, creo que a Andrea pero ambos reían pero cada vez que me acercaba a ti tu venias a mi encuentro sin problemas.

Y me sentí completamente feliz, tanto que no quise despertar y cuando lo hice algunas lágrimas se escaparon porque ya no pude soñarte. Pero me quedo todo el día la sensación de tus brazos alrededor de mí, de tus besos sobre mi piel, de tus manos entre las mías.

Una sensación de felicidad que hace muchos meses, exactamente más de 40, no he vuelto a sentir, y digo más de 40 porque los últimos meses han sido los peores que vivimos juntos Alex.

En el trabajo he tratado de no llorarte, de pensar solo en los buenos momentos, aunque me ha costado mucho trabajo pude hacerlo por momentos, sentirme tranquila y sin llorar, pero me he sentido constantemente con un nudo en la garganta, completamente triste y sin poder hacer algo que me haga sentir diferente.

Las palabras sobran Alex, pero los sentimientos ahí están, tan profundos como antes, como siempre, como el principio.

El resto de la tarde ha transcurrido lentamente, afortunadamente Pedro se ha concentrado en sus cosas y no hemos hablado mucho, cada quien en su computadora, trabajando, tratando de concentrarnos. No se él pero a mí me ha costado muchísimo Alex, casi titánico, pero poco a poco pude avanzar un poco con respecto a las pantallas para Puebla.

No he pensado en mucho Alex, cuando llegue a casa solo he prendido la bomba del chaparral, saludé a tu hermana y me he venido a casa, a mis cuatro paredes llenas de tu recuerdo.

Tantas cosas Alex, mañana… mañana espero sea un mejor día, espero poder soñarte y no sentirme tan mal. Nunca pensé sentirme tan sola Alex, espero que pronto vengas por mí, duele mucho estar así.

He comido poco, pero quizá se deba a mi tristeza porque no he sentido ningún sabor, solo comer por comer, no me gusta estar así Alex.

Alex… ven por mi… TE AMO.

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