5 de septiembre de 2014

Los dulces de duraznos

He dormido poco, o más bien casi no he descansado, el cuarto del hotel es cómodo y me he puesto otra cobija pero se filtraba mucha luz, afortunadamente ayer me bañe por lo que hoy solo queda vestirme y recoger mis cosas.

Aprendí de ti muchas cosas, y ayer he dejado casi todo acomodado por si me despertaba tarde, aunque antes de que terminara de vestirme Vic nos mandó un mensaje diciendo que iba retrasado para desayunar.

Terminé de vestirme y recoger las cosas a tiempo, supuestamente nos veríamos a las 7 de la mañana para desayunar y estar en la planta a las 8 de la mañana, pero tal parece que en Puebla no son muy puntuales, ni siquiera la cocina del hotel.

Cuando estaba afuera me ha llamado el chico de los dulces de durazno diciendo que ya estaba en camino, primero me dijo que lo viera en el zócalo, cosa que me dolió pues las botas me siguen lastimando mucho los pies, más ahora que los tengo algo adoloridos.

Caminé unas 3 cuadras cuando recibí un mensaje diciendo que ya estaba de camino al hotel, así que regrésate Alex, lo bueno que apenas iba a poco menos de la mitad de camino. Me cobró 300 pesos por 12 piezas, no le presté mucha atención y pague el importe, me ha dicho que los próximos los pida con más antelación, cosa que seguramente haré pero por ahora dudo terminarme los dulces rápidamente, por supuesto el primero será para ti Alex.

Me he sentido feliz por tenerlos pero a la vez triste por no darte el primero a ti, guardé las dos cajas en la mochila y puse a Corleone para que los cuidara, finalmente en esa mochila traigo lo que más quiero.

Al poco tiempo comenzaron a aparecer los chicos, primero Vic y luego Enrique, hemos ido a desayunar, pedimos huevos al gusto, eso me hizo sonreír un poco pues casi pude ver tu sonrisa y contando la historia de siempre, una alegría amarga Alex, tuve que luchar para no soltarme a llorar.

De nuevo me ha desesperado Enrique, sinceramente dudo que haya sido un ingeniero de campo, iba vestido con una playera que no era de algodón y de manga corta, por supuesto cuando lo vio Vic le pidió que se cambiara. Dudo mucho de él Alex, que pensarás tú?

Ni que decirte cuando se pone a chatear en pleno proyecto, me dieron ganas de decirle que guardara su teléfono, pero bueno, terminamos de resolver algunas cosas y antes de las 13 horas ya estábamos empacando todo para volver, ahí fue cuando el Ingeniero Chong trato de impresionarme diciendo que había trabajado para Siemens, solo que la forma en que pronuncio Siemens me hizo pensar que fue subcontratado.

Antes de volver pasamos a comer, Enrique hizo una mezcla un poco extraña, pero bueno, ya en la carretera se durmió en la parte de atrás, casi me quedo dormida yo también pero no lo hice pues Vic comenzaba a tener sueño, preferí hacer lo mismo que contigo, charlar de cosas sin importancia.

Afortunadamente pude hacer que Vic se parara en la carretera para comprar algunos dulces, no muchos pues no me quedaba mucho dinero. Cajas de camotes, borrachitos típicos y unos que me encontré sabor coco, para tu mamá, espero que no los vaya a regalar, son los que más caro me han salido.

Apenas estaba llegando a casa, eran las 5.30, cuando tu mamá me llama y dice que si no vamos a ir a las flores, un poco molesta, ya sabes cómo es ella, le contesté que iba llegando, iba a comer algo y luego pasaba por ellas, finalmente faltaban 30 minutos.

Ya cuando pase por ella se disculpó pues pensó que era más tarde. Además mamá estaba con su cara, ya sabes cómo se pone cuando no es la protagonista de nada. Le di a tu mamá la caja de borrachitos y nos fuimos a Jamaica, compramos flores con Javier, blancas y moradas para volver a casa sin problemas.

Espero mañana pase rápido el tiempo y poder hacer todo lo que tengo pensado.

Pero lo más importante de todo esto Alex, es que siempre estuviste presente en mis pensamientos, me haces muchísima falta.

Alex… ven ya por mi… no tardes… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario