26 de septiembre de 2014

La asesoria con Charlie

Después de haber pensado que la semana entrante iría con Enrique a Puebla sin la compañía de Vic y maquinar tantas cosas, hoy asimilo que esto se pospone para después. Vic no ha dicho exactamente cuándo iremos.

Pero mis planes se vinieron abajo, al menos por ahora Alex, lamentablemente me van a asignar a otra parte para instalar varios servidores, no me han dicho exactamente cuántos van a ser, pero seguramente serán bastantes.

El día lo he pasado tranquila, aunque hoy es el último día que estaré en la oficina sin la presencia de Enrique, hoy termina su curso y la semana siguiente estará ya aquí, curioso porque me dijo Pedro que estuvo ayudándole ayer con la comunicación de un equipo en un protocolo de comunicación que tú dominabas muy bien.

Según él, Enrique estuvo muy tranquilo y pidiendo las cosas de manera amable, pero dudo que eso dure por mucho tiempo, sigue desesperándome demasiado su forma de teclear, parece que masacra las teclas, quizá sea porque en su país los teclados eran muy duros o muy viejos. Qué se yo, pero en algún momento hablaré con él para que lo haga un poco más tranquilo.

Ya casi a la hora de la salida los chicos se estuvieron preparando para irse a jugar, esta vez incluyendo a los vecinos (los de la otra empresa), pero a última hora he aprovechado para que Charlie me pase un poco de su conocimiento y algunas recomendaciones al momento de instalar, así que me quedé con él, lo que pensé que tardaría unos 30 minutos, quizá 1 hora termino siendo de casi 2.

Por supuesto he llamado a tu mamá para avisarle que llegaría tarde, créeme Alex cuando te digo que hice hasta lo imposible por zafarme lo más rápido posible, pero no pude hacerlo, he llegado a casa alrededor de las 7 de la noche, ya me estaban esperando tu hermana y mamá en el sillón del patio con unas caras largas.

Pero en todo este tiempo es la primera vez que llego tarde, son ellas las que siempre me hacen esperar mucho, ya sabes cuánto se tardan en salir de casa.

Como Cecilia quiso esperar a Andrea solo hemos ido tu mamá y yo a las flores, hasta eso Alex, todo el tiempo tranquilo y hemos charlado más que nada del miedo que ella tiene de que se metan a su casa, por lo que se irán a dormir de vez en cuando a los cuartos arriba de la capilla, solo les falta acondicionar, según ellas poner una salita, mesita y una televisión.

Las personas que nos vendieron las flores se pasaron esta vez, los ramos de lilis nos los ofrecieron primero en 60 pesos para terminar vendiéndolos en 70 pesos, ni hablar, quise llevarte de las flores que te gustan pero no estaban lindas además la cara de tu mamá fue de completo reproche, terminé comprando dos ramos de lilis, aunque sé bien que esas flores se las comen las ardillas.

El regreso estuvo tranquilo, llegamos antes de Andrea, así que bueno, esta vez he guardado a la nena en la arena pues ya era muy tarde para ir al chaparral, total mañana no abrirán ya que irán al médico en Toluca. Así que podré levantarme tarde.

Alex… me haces mucha falta… por favor ven ya por mi… duele mucho estar sin ti… TE AMO.

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