29 de abril de 2014

El ahijado ya en casa

La clase ha sido un poco pesada, creo que eso de ir temprano al Cenlex no conviene Alex, pero de alguna manera me obliga a levantarme, además de que fui temprano por la leche, no entiendo cómo es que a Blanca le pusieron peros porque iba tarde por la leche, a mi no me han dicho nada por eso, quizá por otras cosas sí, pero no por la hora.

En el trabajo de nuevo he estado relajada, aunque viendo lo del servidor, el hermanote ha estado metiendo el cable y viendo dos que tres cosas, de alguna manera me siento presionada por ese lado, pero trato de estar relajada. Ni hablar Alex, así son las cosas ahora.

Cuando vuelvo a casa paso a ver a tu mamá, me dice que el niño ya está en casa y me pide ir a comprar polvo de haba alcanforada, así como lo escuchas Alex, no le importó que estuviera chispeando, me dijo: “No quieres traerme polvo de haba alcanforada?”, no me quedo más que decir que si, caminar bajo la lluvia y tragarme mis lágrimas.

Por supuesto he recordado la vez que me salieron ronchas en el cuerpo y muy asustado has ido a comprarme ese polvo además de un jarabe para las alergias, volviste con una bolsa llena de medicina para mi, estabas tan preocupado, por supuesto traté de no llorar, creo que lo conseguí, al menos por unas horas.

Y fui a llevárselos, para luego ir a casa del la comadre y ver al ahijado, aunque me he llevado una tremenda sorpresa verlo, tiene la cara llena de manchas cafés y usa lentes oscuros pues la luz le lastima los ojos, su mamá estaba dándole de comer con cuidado pues además tiene ulcerada toda la boca, así que los labios están en carne viva y llenos de pomada.

Ahí también estaba Eliza, Fernandita y el Cesarín, así que nos pusimos a charlar tratando de no hacer reír al ahijado, aunque creo que eso fue fácil para el porque no movía casi los labios, seguramente orillado por el dolor porque las bromas estaban buenas.

Como vi que la comadre titubeaba al darle de comer me ofrecí a hacerlo, conmigo el niño comí en tiempo record y sin lastimarlo, claro que al ver yo mi mano con la cuchara esta temblaba, pero afortunadamente no lastime su boquita.

Luego me he regresado, comí con ellas una tostada de tinga pero no quise pedir más pues aun no comían las hijas de Fernando, así que me vine a casa.

Trate de controlarme pues de camino encontré a Blanca, charlamos un poco y le sugerí que checara los costos reales de su operación, sobre todo el del anestesiólogo para que no tuviera sorpresas.

Y ya, cuando estuve en casa, he soltado a llorar, los recuerdos inundaron mi mente, extraño tanto sentirme amada y cuidada por ti Alex, donde estas?

Ver la cara del ahijado me ha sorprendido mucho, está lleno de costras en la cara y parte del cuerpo, además de que los labios los tienen todos hinchados y se le están pelando. Sinceramente Alex, duele verlo. Pero tratamos de ser fuerte por él.

Me siento tan triste Alex.

Alex… te ruego vengas por mi… no tardes… ven ya por mi… TE AMO.

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