24 de noviembre de 2013

Los tios de Tampico

Sinceramente no quería que llegara este día Alex, el ver a la familia y pensar en las preguntas que me harán me agobia demasiado. En eso estuve pensando ayer por la noche, pero bueno, llego el día.

Como cada domingo me he despertado temprano, un poco más que otros días, lleve a tu mamá a misa pero me hice un poco tonta afuera, además aproveche para comprar las granadas que a ambas nos gustan, he hecho mi obra buena del día ya que al pagar el chico no se había dado cuenta y solo me ha cobrado 2 kilos, en cuanto me di cuenta volví y le pague los otros 2 kilos, por supuesto le hice ver su error, el chico me lo agradeció mucho.

Cuando se lo conté a tu mamá me dijo que hice mi obra buena, como ella dijo: podemos robarnos una fruta, regatear pero jamás robar.

Después de las compras acostumbradas con la Maruca y el chico de las verduras la he dejado en su casa, arregle las cosas que le llevaría a mamá y me puse en camino, sin pensarlo llegue en menos de 20 minutos, no había gente en la calle además de poco tráfico.

En cuanto llegue mi tío Juan bajo a ayudarme con las bolsas, luego me quede a solas con ellos mientras desayunaba pues mamá saco a su perro al baño y comenzó la temida charla, afortunadamente no me han preguntado nada y hemos hablado de otras cosas, aunque en un momento dado les comenté sobre mi disgusto con “dios” por permitir esto, fue extraño que mi tía me dijera que entendía un poco mi dolor y que ella también se hizo tantas preguntas cuando su hijo se fue siendo apenas un bebe, me dijo que su pequeño ya tendría 30 años, quizá unos pocos más.

Cuando le pregunte bien a mi tío acerca de sus reuniones descubrí que pertenece a aquella a la que tú querías entrar, no sé si me mintió o presumió pero dijo que tenía buen nivel, hay Alex, tantas cosas que estarían pasando diferente de estar tu a mi lado, seguramente le habríamos pedido que te ayudara a entrar, aunque solo fuera por curiosidad, pero conociéndote se que habrías hecho más cosas.

Posterior a eso hemos ido a comprar algunas cosas, primero al banco y de ahí a comprar la comida para la tarde, mientras caminábamos por algunas calles descubrí en una tienda unas lindas alcancías con figuritas de japonesitas, me gustaron mucho, son 6 modelos diferentes, inmediatamente pensé en ti, tuve la inquietud de comprarlas todas pero lo he pensado, sobre todo porque solo aceptaban efectivo, mi tío Juan me ha regalado una muñequita de color morado, creo que se ha dado cuenta cuanto las veía, también le compro otra igual a mi tía Chayo, según para que no nos peleáramos.

Comimos en casa de mamá, luego los he acompañado a la central de autobuses y volví a casa, un poco triste y pensando aun en las muñequitas, quizá las compre todas, quizá no Alex, que hago?

Es curioso cómo pasan las cosas, por la noche me ha llamado el ahijado preguntándome si ya no lo quiero, me dijo que van ya varios domingos que espera alguna señal mía para acompañarme a las flores, a llevártelas y a misa con tu mamá, hemos hablado mucho y al final me ha confesado que estaba castigado por haberle aventado unas cosas a un niño y a otro pegarle, me dio risa pero me la aguante, además extraña ir a desayunar con mi mamá y jugar con Falcon.

Hemos quedado en vernos el próximo viernes y retomar la rutina, seguramente tu mamá ha pensado cosas que no son, pero bueno, cada quien es libre de pensar lo que quiera, pero si el niño quiere volver a acompañarme será bien recibido.

Y me voy a la cama bastante cansada, espero que tantas emociones sirvan para conciliar el sueño temprano Alex, te extraño tanto.

Hoy no ha pasado un minuto sin que piense en ti, sin que te extrañe, sin que te ame.

Alex… ven ya por mí… no tardes… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario