23 de agosto de 2013

Un pésimo día

He llegado temprano al trabajo, ya estaba Victor en la oficina y al poco tiempo ha llegado Pedro, sigo sin poder concentrarme como quisiera Alex, constantemente tengo sueño y a veces, casi puedo jurar, que me he quedado dormida en la silla.

En uno de esos momentos me llamo Victor a su oficina, hemos tenido una breve junta en la cual ha expuesto que el lunes iremos con Nute para tratar de terminar cuanto antes ese proyecto y comenzar a cobrar adicionales.

Mientras hablaba me he puesto demasiado triste Alex, el último proyecto en el cual trabajaste está a punto de cerrarse, un círculo se cierra Alex, bastante doloroso para mí, pero económicamente a Victor no le conviene mucho mantenerlo abierto. Además de que creo se ponen sus moños para pagar, como todos los proyectos.

El solo pensar que el sistema ya solo será de monitoreo me parte el corazón Alex, uff, cuanto trabajamos en eso para que ahora solo lo usen para verificar nivel y temperatura, malditos obreros inútiles, prefieren hacerlo a mano que llevar un optimo control.

Me he salido de la oficina con lágrimas en los ojos, trate de serenarme lo mejor posible ya que me fui al Cenlex, mientras hacíamos algunos ejercicios nos han dado el examen a calificar, entre nosotros lo hemos hecho, me ha ido mal Alex, no obtuve el resultado que esperaba y han sido simples errores míos, todo por mi estúpida soberbia.

Y para terminar el día no hemos ido al mercado de Jamaica pues hay manifestaciones de los “maestros” y la ciudad está toda congestionada, con decirte que hasta Victor ha faltado a su trabajo pues llego 30 minutos después y no lo han dejado entrar. Fue él quien hablo con tu mamá y le dijo que mejor no fuéramos.

Le marque por teléfono para avisarle que iba retrasada pero no tardaba mucho en llegar, note un poco de tristeza en su voz y algo me conto de no ir, pero si Alex, había MUCHO tráfico.

Cuando llegue me dijo lo de Victor, de que mucha gente no había podido llegar a sus trabajos y que la zona del aeropuerto estaba bloqueada, algo que a Cecilia le hizo pensar pues Andrea trabaja muy cerca de esa zona, además de algunas estaciones del metro cerradas.

Bastante triste y molesta se ha quedado, le dije que si quería fuéramos pero ni eso aseguraría que encontráramos a los floristas vendiendo, por lo que mejor nos hemos quedado.

Un viernes bastante extraño, lleno de confusiones, tristezas y miedos Alex.

Alex… ven ya por mi… te lo suplico… no me dejes más aquí… me siento tan mal… ven ya por mi… TE AMO.

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