21 de agosto de 2013

La soberbia

Me desperté temprano, fui a la oficina pero casi no he hecho mucho Alex, a veces no puedo concentrarme como yo quisiera y hoy ha sido uno de esos días, afortunadamente para mí no ha estado Pedro en la oficina y pude dedicarme a estudiar un poco.

Como llevaba mis libros aproveche cualquier oportunidad para darle un repaso a mis lecciones, como cada miércoles toca hacer un examen, no es tan complicado pero debido al mal resultado que tuve en el anterior me estreso mucho Alex, porque las cosas deben ser así?

Victor se ha ido a comer solo, me invito y por un momento quise decirle que sí, pero me he quedado en la oficina, hasta el Papote ha aprovechado para dormir un poco, me hubiese gustado mucho irme con Pedro y el hermanote a Puebla, aprovechar y comprar aquellos duraznos de los que te llegue a contar y aun sigo buscando.

Esta fuera de la oficina creo que me sería de mucha utilidad, despejar la mente y sobre todo volver a casa el mismo día. Pero no me han invitado a ir, de hecho ni siquiera les he dicho que los acompañara, me siento aburrida y cansada Alex, muy cansada.

Y llegue temprano al Cenlex, me he ido directamente a la biblioteca y seguí estudiando, mi asesor me estuvo apoyando bastante y me ha ayudado a resolver algunos problemas del libro, cuando dieron las 4 de la tarde me he ido a clase, más nerviosa que nada.

Cuando nos dieron los exámenes me sorprendí de estar haciendo los mismos ejercicios, he sonreído y respondí bastante rápido, creo que en menos de 10 minutos ya estaba afuera, todos los demás se me han quedado mirando, según yo el examen es para sacar de menos un 9, pues al salir del salón comprobé algunas respuestas y me he equivocado en 2.

Me he sentido bastante arrogante y sobre todo soberbia al entregar mi examen tan rápido, sobre todo cuando al salir me he dado cuenta de algunos otros errores Alex, que estúpida he sido.

Volví a casa sintiéndome fatal, creo que debo de pensar bien las cosas y darme cuenta lo mal que me he comportado hoy. Menudo pedazo de tonta que soy.

Saludé a tu mamá, llamé a la mía y me quedé sentada en el comedor por un largo rato hasta que me dio un poco de hambre, hay Alex… que estúpida he sido.

Alex… ven ya por mi… duele mucho… no tardes… TE AMO.

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