6 de agosto de 2013

La caricia en el hombro

De nuevo nos levantamos temprano, aunque ha sido más que ayer, lo bueno es que al caminar no me han molestado tanto los pies Alex, pude caminar un poco más aprisa que ayer, siguen doliéndome pero no tanto Alex.

Pasamos a urgencias, la chica nos ha dicho que hoy no es posible que le hagan el estudio a mamá pues la maquina se la llevaron, que la tenían la semana pasada, de mal humor hemos ido a ver al especialista, pero tampoco lo encontramos y volvimos a urgencia con la idea de que quizá si nos vieran ahí podíamos ejercer una cierta presión.

Y tal parece que así fue Alex, la chica ha ido a preguntar cuando llegaba la maquina, al final nos ha dicho que hoy no pues se van a tardar unos días más y nos sugirió fuéramos a ver al especialista con el estudio que le habían hecho anteriormente.

Nos sentamos a esperar el momento adecuado para que el especialista viera a mamá, de nuevo la sala de espera se lleno de personas de edad avanzada, hubo momentos en los cuales me llegue a sentar en el piso, mamá también se desesperó, solo veía como su mirada trataba de traspasar la puerta del consultorio cada vez que notaba algún movimiento, hablo varias veces con la enfermera y nada.

Pero ha sido mientras esperaba a que la atendieran, cuando estaba parada a su lado, que he sentido como alguien tocaba mi hombro, voltee para ambos lados y no había nadie, por un segundo llegue a pensar que estorbaba, pero no era así Alex, después de ese segundo pensé en ti y casi me suelto a llorar ahí, no negaré que los ojos se me llenaron de lagrimas, como desee que estuvieras conmigo Alex, que tocaras mi hombro y al final entrelazaras tu mano con la mía.

Ese sentimiento me duro toda la mañana, el pensar que estas a mi lado en cualquier momento, en que no me dejaras, pero a veces Alex… no me es suficiente.

Y recibimos malas noticias, ya no se puede hacer nada con la visión de mamá, según el médico si hubiéramos ido inmediatamente otra cosa hubiera sido, mamá por supuesto se desespero y pude notar como oculto su llanto, odio revivir lo que pasó esa mañana, ella se la paso hablando de eso durante todo el camino de regreso.

Volvimos a casa y recogimos sus cosas, la acompañe a su casa, me resulta frustrante no poder hacer más por ella y me enoja que no pueda pensar en otra cosa más que en el odio de Carmen hacia nosotras, que le hice Alex?

Hablamos bastante y le sugerí hacer algunas cosas, pero en todas ellas le sugerí que no se lo contara a nadie, no recuerdo cuantas veces se lo repetí y ella accedió, más que nada era para tener un as bajo la manga, trate de que lo entendiera y pensé que lo había entendido y aceptado.

Después de dejarla fuimos al mercado rodante que se ponte todos los martes por su casa, compramos fruta y algunas cosas, tanto para ella como para mi, todo iba bien, las calles por las que pasamos me gustaron mucho Alex y sé que también te gustarían a ti. Pequeñas calles empedradas llenas de historias y estrechas, como las que caminamos varias veces, pero esta vez nunca las recorrimos, me hiciste mucha falta Alex y tuve tantas ganas de contarte algunas historias en ellas.

La calle donde aprendí a andar en bicicleta, la tienda donde compraba mis estampas para ese álbum que nunca llené, etc. Historias hermosas guardadas en mi memoria que nadie más que tu disfrutaría escuchar, sabes Alex… hoy me causaron daño.

Pero lo peor no fue eso Alex, por la noche cuando mamá me decía que había charlado con Martha por teléfono se le ha salido decirle todas y cada una de las ideas que le dije, por supuesto me moleste mucho con ella, no sabes todo lo que le dije y ella a mí. No entiendo cómo es que no se puede quedar callada con eso, eran ases bajo la manga y ahora seguramente ya lo sabrá Carmen.

Ni hablar, he terminado la tarde sumamente enojada y estresada, creo que comenzaré a guardarme mis ideas, finalmente la culpa es mía Alex por no poder quedarme callada, traté de pensar como tú y lo conseguí, tuve buenas ideas pero eso ha sido todo, ahora toda la familia saben de ellas.

Hay Alex… cuanta falta me haces, no tienes idea Alex.

Alex… te extraño tanto… te suplico vengas ya por mi… no tardes… duele mucho… TE AMO.

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