11 de septiembre de 2012

La charla

Hoy me he despertado temprano, he tenido un fuerte dolor de estómago toda la mañana, ayer trate de comer un poco más pero comienzo a sufrir las consecuencias. Qué mala noche he pasado.

No tenía ganas de levantarme de la cama, me quede casi todo el tiempo en ella hasta que tuve poco tiempo para prepararme e irme al Cenlex, curiosamente hoy hemos sido muy pocos en el salón, creo que están en época de exámenes, al menos eso me han dicho. Y sabes, inmediatamente recordé el examen que dejaste de hacer por ir al cine conmigo, creo que no habías comido algo más pues cuando salíamos del lugar terminaste vomitando todas las palomitas, cuando me dijiste que no fuiste al examen me puse furiosa conmigo, pero fue hermoso el detalle, una tarde contigo.

Ayer hable con tu mamá y quede de pasar por ellas en la tarde, irían a hacerle estudios a tu mamá por lo que le paso la semana pasada, cuando hable me dijeron que ya estaban en su casa por lo que regrese y fui directamente ahí.

Tu mamá me ha mostrado lo que le pusieron, un aparato para medirte el ritmo cardíaco durante 24 horas, la han dejado toda llena de sensores, por un segundo creí comenzar a llorar pues te recordé, pude disimular mi tristeza y me concentré en su charla.

Después de varias horas nos hemos ido a la capilla, ahí la charla comenzó a tornarse más seriamente, me ha dicho que necesita que le desocupe los cuartos de arriba pues quiere meter a una familia para que este al pendiente de todo, sobre todo de ellas y de mi, he comprendido sus puntos de vista y creo que tiene razón, aunque una de sus frases me ha lastimado: "Mi hijo ya no está, ya no necesita de esas cosas", cuando le trataba de explicar todo lo que había en esos cuartos, al final me ha dicho que me tome mi tiempo pero que no deje de hacerlo. Espero que Fernando me ayude con algunas cosas, de alguna manera lo voy a usar para sacar tiempo al tiempo.

Se que será muy difícil para mi desmontar todo lo que con tanta ilusión construimos Alex, nuestra oficina y el cuarto de lavado, todas las cosas que pusiste ahí para mi, para nosotros, para nuestro futuro, y ahora... de nuevo me veo recolectando los fragmentos de nuestra vida, nuestro mundo.

Ni que decir, lo debo de hacer, aunque sinceramente espero no hacerlo y pronto reunirme contigo, lo deseo tanto Alex. Ven ya por mi.

Duele mucho Alex... de verdad duele mucho. Se que si tu estuvieras en mi situación no estarías pasando por lo mismo. Porque yo ?.... duele mucho... DUELE.

Regresé a la casa, por supuesto ni ganas de comer me dieron, solo me he puesto la piyama y me recosté. Ojalá pronto me duerma para nunca más despertar.

Alex... ven por mi... no me dejes mas tiempo llena de tanto dolor... no tardes... TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario