28 de agosto de 2012

La camiseta roja

Me he despertado temprano Alex, el estómago me dolía un poco aunque aun no entiendo bien porque ha sido. Aun así me quede dormida de nuevo.

Cuando desperté de nuevo y prendí la computadora termine viendo una película, sabía que se me haría tarde para llegar al Cenlex pero la vi completa, salí con el tiempo justo para irme, creo que hoy me ha visto salir el trabajador de tu mamá, algo que ya no me importa.

Llegué y ya me estaban esperando para armar el cartel, lo hemos hecho rápidamente y fuimos al salón, la clase ha pasado rápido pero creo que debo de comenzar a estudiar un poco más, soy la que más participa y ahora todos dicen que soy la consentida, si al menos tuvieran la mínima idea de que trato desesperádamente de huir un poco de tanto dolor y tristeza, si supieran.

Las estupideces de Mauricio me han hecho reír un poco, pero ha sido justamente al darme la vuelta cuando las lágrimas comenzaron a salir, que sola me he sentido al regresar a casa Alex, si estuvieras conmigo como antes todo sería diferente.

Al final tome la decisión de ir y comprar la playera roja que me gusto el domingo y de ser posible cambiar la gris por una negra, al final de cuentas para que quería tener dos playeras grises, tome algunas cosas y simplemente salí de la casa después de hablar con mi mamá, según mis cálculos no tardaría mucho en regresar.

El camino se me hizo bastante triste y estresante, sentí mucho dolor en el pecho al darme cuenta por donde estaba caminando, recordar las veces que llegamos a ir ahí Alex, ese estacionamiento, esos puestos, esos lugares. Simplemente camine y trate de cambiar la playera gris y lo conseguí, pero no lograba dar con el puesto donde vendían la playera roja, así que camine más.

Me encontré con algunos artistas del espectáculo, no he de mentir pero me resulto curioso como se quitaban la playera y se probaban algunas de las que ahí vendían, solo he sonreído un poco Alex al pensar las palabras exactas que me dirías, como si estuvieras a mi lado y pudiera escucharlas de tus labios, una sonrisa tan amarga y triste Alex, tuve que alejarme un poco de la gente para secar mis lágrimas y continuar mi busqueda.

Afortunadamente encontré el puesto y el chico me reconoció, mientras veía las playeras se acercaron otros miembros del show, pude hablar un poco con ellos, hacer uso un poco de mi rustico ingles, te extrañé tanto Alex, se que tu hubieras hablado más con ellos que yo, les habrías dicho tantas cosas y hasta me habrías avergonzado un poco, quizá los hubiéramos invitado a salir, tantas cosas Alex, el tour que solíamos hacer con los amigos extranjeros, tantos recuerdos Alex... y al final cuanto dolor.

Te extraño tanto Alex.

Volví a casa llorando y aún a esta hora lo sigo haciendo, cuanto me duele caminar por esa calle de noche, los tacos, los puestos, tantas historias, cuanta soledad... Hay Alex...

Alex... ven por mi... TE AMO.

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