7 de mayo de 2011

Armado de computadoras

Hoy, por primera vez he armado una computadora yo sola, sé que no es la primera vez que lo hacía, pero desde hace años siempre estabas para ayudarme, a veces tú las armabas y yo las configuraba, al menos así fue la última que armamos juntos (la de mi mamá), aunque siempre era yo la que terminaba configurando el panel central, según tu debido a que mis manos eran más pequeñas que las tuyas. Y ahora, de las dos que tengo que armar, una de ellas se me está poniendo difícil, la he revisado varias veces y simplemente no quiere encender y es cuando me pregunto la razón del porque no estas físicamente a mí lado?, qué tipo de solución estaríamos intentando?.

Y al final del día, después de pelearme por muchas horas, resulto que el problema era que estaba muy apretada la tarjeta madre al gabinete. Que cosas. Lo más agobiante fue el haberte añorado tanto, el pensar en el quizá.

Extraño la manera en la que me dabas mi espacio, aunque al final siempre llegabas a hacerme repelar, pero sabes… lo extraño. No es lo mismo con mi mamá, a cada momento subió para ver si se me ofrecía algo, por supuesto que se me ofrece algo pero nadie en esta “vida” me lo puede dar, y es tenerte a mi lado vivo. Como siempre habíamos estado. Así debió haber sido.

Nuevamente ha subido mi mamá a la oficina, que deje de hacer lo que estoy haciendo y me vaya a descansar, no he podido evitar pensar en descansar a tu lado eternamente. Nada más me ve llorar y ella comienza a hacerlo, si la relación con ella fuera otra pensaría que siente mi dolor, pero siempre ha pensado que el mundo gira alrededor de ella, me repite varias veces que tu muerte “nos cambió la vida a todos”, pienso que de alguna manera o de otra a ella le convino, muchas veces tu y yo platicamos de que ella se sentía completamente sola y debido a las circunstancias ahora tiene que “cuidar de mi”. Con lo que me fastidia estar así, recuerdas que fue una de las razones por las cuales salí de su casa? , el exceso de control y manipulación por parte de ella. Y ahora resulta que nada de eso fue cierto.

Ayer que íbamos a comprar las partes de las computadoras, vi una pareja ya grande, caminando entre la gente agarrados de la mano, no pude imaginarnos en esa situación, tratar de buscar similitudes entre ellos y nosotros, al final las encontré, pocas pero lo hice, quizá forcé las cosas, quizá no. Llego un momento en el que “hermanote” me dijo que ya no te llorara que abrazara tu recuerdo porque tu estabas apartándome un lugar en el cielo.

Mañana llevare a Brenda hacia el altar para que haga su primera comunión, aún recuerdo la ilusión que tenías de ser su padrino y lo triste que te pusiste cuando ella me eligió para acompañarla, aunque al final de cuentas ante todos los padrinos seriamos los dos. Creo que no podré contener las lágrimas cuando la lleve, seguramente el sacerdote pensara otra cosa. Espero me dé tiempo de ir al panteón.

Te extraño como no tienes una idea. Alex… cuando vienes por mí?

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