14 de junio de 2019

Hablando con el maestro

Me he levantado como cualquier otro día, me preparé de la misma forma de siempre, tomé mis cosas y salí de casa en compañía de mi fiel taza con café, desde hace tiempo la llevo a la oficina, además de que me gusta el sabor y puedo ponerle azúcar granulada o piloncillo, me siento bastante bien cuando voy caminando y me ven con mi taza, algunas personas me sonríen y otras me tachan, quizá, de ser un poco loca, o coda, quien sabe, pero hoy, mientras me dirigía a la oficina, varias personas me han sonreído al verme con mi termo.

Y bueno, en el trabajo todo ha estado tranquilo, salvo que antes de irse Vic nos ha dicho que la siguiente semana estará de viaje, por lo que estaré mucho más tranquila y podré llegar un poco más tarde, aunque al final termine siendo todo lo contrario y me dedique a llegar temprano a la oficina, pero bueno, nos dijo a donde se iba solo que no ubique bien pues dijo el nombre del cliente, ya luego Margarita me dijo que iba hacia el sureste, seguramente a ver algunos servos, trabajo que solía hacer Pedro y ahora los hace el, ojalá le vaya bien Alex, a veces no dejo de imaginarte yendo a ese tipo de servicios, no sé bien, cosas mías quizá.

Más tarde me preparo para ir a nadar, tomé mis cosas, además de la basura que acostumbro tirar en los botes del deportivo, y me fui a la alberca, aproveché para quitar algunas ramas de la planta que está afuera y de paso llevarme las hojas sueltas.

Lo chistoso es que de todos los maestros que he tenido, solo este me ha pedido hablar del tema, me ha preguntado si tengo algún documento que avale mi situación de asmática, además de si tengo algún plan o lo que el deba hacer en algún momento de que tenga un ataque, por supuesto le he dicho que mi ultimo ataque de asma ha sido hace ya más de 10 años y me controlo bastante, sin embargo quede formalmente de llevarle dicho papel en cuanto lo tenga, pienso quizá en pedírselo a mi alergólogo del Poli, tú qué opinas?

De alguna manera siento que he caído con un buen maestro Alex, sin embargo, no quiero confiarme y estaré muy atenta por si tengo algún síntoma de asma, ojalá y cruzo los dedos para que eso no pase.

Así que termino el día charlando con mamá, regando las plantas, deseando que estés conmigo y con un buen sabor de boca pues al menos este maestro si se preocupa un poco por mí, ojalá no me equivoque y sea por otra cosa.

Alex… me haces falta… ven ya por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario