5 de junio de 2019

El salvavidas

He tendido un día bastante tranquilo en la oficina Alex, últimamente cada quien se mete en sus pendientes y es difícil que saquemos los ojos de nuestras pantallas, hasta Vic ha andado en sus cosas, solo ha salido de su oficina para comer o ir al baño, anda muy atareado y, aunque quisiera ayudarlo, tiene muchos pendientes, al menos es lo que he medio podido ver y escuchar, ya que su teléfono no para de sonar, pero bueno, ahí la llevamos Alex, por suerte Sergio no se ha parado en la oficina, creo anda de viaje, pero no se bien, curiosamente cuando se llega a aparecer el ambiente se tensa un poco, quizá solo sea mi imaginación, quizá no.

Mientras tanto, creo que voy a formatear mi computadora Alex, últimamente anda muy lenta, quizá sea buen momento para instalar el windows 10, más que nada porque no creo que llegue a usar algún programa que requiera tener windows 7, y si llegara a pasar usaré una maquina virtual, aunque no estoy del todo convencida, me daré unos días más para pensar, mientras tanto seguiré desesperándome un poco con lo lenta que se pone.

Por la tarde, en la clase de natación, de nuevo no ha ido el maestro, solo que esta vez uno de los salvavidas se ha metido a la alberca y nos ha tratado de enseñar un poco, en mi caso la patada de pecho, que de plano no me sale, según me dicen es por la posición de los pies, pero te juro que trato de ponerlos bien y créeme que lo hago Alex, pero pues dicen que no, en fin. Y como bien le dije no es solo problema mío, es de todos, y a cada uno le enseñó, pero pues que le vamos a hacer, lo chistoso ha sido que algunas chicas me dijeron que me ponía más atención a mi que a ellas, pero pues también como no si apenas se les acercaba y se comenzaban a reír como tontas. Hasta me dijeron que pensaron eran clases particulares por la atención que me ponía, creo que estaban más celosas que nada, pero en mi caso lo hago para mejorar la técnica, no por otra cosa, pero bueno.

Termino cansada pero pensando en lo que el salvavidas me dijo, y todo iba bien hasta aquí, hasta que me doy cuenta que la papaya que estaba en el refrigerador se ha echado a perder, por supuesto me he molestado conmigo Alex, y aquí entro una de mis obsesiones, no paré de pensar en la papaya podrida hasta que me vestí y la fui a tirar al bote de basura de la tienda que está en la avenida, no me importó tanto la lluvia como el sonido que hizo al caer al bote, sobre todo porque la encargada estaba muy cerca, así que me helee pensando que me diría algo, pero no lo hizo, por lo que caminé de regreso a casa a paso veloz, por supuesto que me ha dado mucha pena Alex, sinceramente pensé que me diría algo pero no fue así.

Termino el día pensando mucho en ti... ven ya por mi Alex... TE AMO.

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