4 de septiembre de 2018

Reunión con viejos colegas

Hoy he comenzado medio mal el día Alex, justamente apenas me levantaba de la cama recibí una llamada de tu hermana, entre algunas cosas me ha pedido que le de tu bandera y me ha prometido que siempre la va a poner estando ella con vida y como me agarró un poco dormida le dije que iba a buscarla a lo que ella me dijo que si no se la daba ya no me iba a molestar más, que era hoy u hoy cuando debía dársela, cosa que me molestó bastante, como se atreve a pedirme algo y exigirme que se la de el mismo día o de lo contrario ya no iba a pedirme nada más, me sonó a “o me la das o cuando se termine el contrato de arrendamiento te vas”, no se Alex.

Y eso me estuvo carcomiendo el resto del día, aunque me distraje un poco cuando Yolis me dijo que hoy iban a hacer una reunión para despedirla, te acuerdas de ella?, es una chica super inteligente y muy noble que conocí en uno de mis trabajos, pues resulta que ella vive en Japón junto con su esposo, a quien también conozco, y vino a México para hacer un trabajo por ser una ciudad sísmica.

En la oficina he solucionado el problema que el Papote tenía con su máquina, solo que ahora la he restringido para que nadie instale programas y cosas así, con eso de que los hijos de Omar vienen el fin de semana pues ya te imaginas como estaba esa máquina, de plano no podía iniciar Windows, así que tuve que formatearla y comenzar de nuevo, en eso estaba cuando, al tratar de ver una serie en mi celular, este se pasmo, casi muere Alex, pensé que iba a tener que ir a la compañía telefónica, dejar mi celular, pedir uno prestado y perder más de 2 horas en eso, por fortuna no fue así y pude hacer que reaccionara, uff.

Después de pensarlo un buen rato me propuse ir a la reunión de Yolis, como debía cruzar toda la ciudad he preferido irme en metro y quizá regresarme en uber, pero tuve suerte de que el departamento, donde seria la reunión, estaba sumamente cerca de una estación del metro, pero bueno, me puse en camino en compañía de Margarita, quien iba por el rumbo, solo que ella bajaba en Chabacano y yo me seguí hasta Copilco, donde ayude a una viejita a bajar las escaleras, me contó que fue a cobrar un dinero que usaría para pagar una terapia con caballos pues tiene cáncer, solo que su comadre no se lo pagó y estaba muy triste, sinceramente no le creí del todo pues en que ayudan los caballos con el cáncer, pero bueno, me agradeció el gesto y caminé hacia el edificio.

Estar en otro ambiente me ha hecho sentirme extraña, para no variar fui la primera en llegar, poco tiempo después llego el esposo de Yolis y nos pusimos a charlar, quizá lo llegaste a ver Alex, para que los demás llegaran poco a poco, la verdad hubo un momento en el cual me sentí extraña pues todos iban en pareja, aunque unos fueran gays, no es porque se me haga extraño, bien sabes que me da igual, más bien fue porque era la única persona sola.

Afortunadamente no tocamos el tema personal, solo ha sido una charla amena, por así decirlo, se enfrascaron más en los viajes y luego recordar un poco del antiguo trabajo para finalizar con el tema del sismo, para entonces ya eran más de las 9 de la noche, terminé yéndome a casa pasadas las 10, caminé y me fui en metro por lo cercano que estaba y que iba directo a 18 de mzo, ahí me bajé y pedí un uber, y aunque tardó un poco en llegar pude estar en casa sin problemas, le marque a mamá y me fui a la cama.

Realmente me siento cansada, pero más triste Alex, recordé buenos momentos, recordé la sensación de estar con gente casi de mi edad, aunque casi no tuviera tema de conversación, no he viajado tanto como ellos, no tenemos hijos y sobre todo Alex… no estas a mi lado.

Alex…. ven por mí.

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