22 de septiembre de 2018

Las lechugas

Me he levantado temprano para ir a casa de mamá, esta vez me espera con unos ricos bisteces a la mexicana, aunque tuvimos que ir a la tortillería, para sorpresa de ella el chico accede a vendernos tortillas chiquitas, de esas que me gustan, te acuerdas?, y volvemos a su casa para desayunar, al terminar nos vamos al rodante, no sin antes ayudarle a tirar la basura que tenía en los botes.

Por suerte hoy ha ido el chico de la fruta, así que compramos bastante y volvimos a casa cargadas, pero satisfechas, no tanto por lo que gastamos, pero si por lo que hemos comprado, y ya para irme noté a mamá un poco reacia a compartirme de su pay, lo que me dio risa, aunque ha decretado que cada mes o mes y medio debo pedir un pay a la hermana de Margarita para llevarle, esta vez quiere uno de nuez, puedes creerlo?, la he convertido en un monstruo devorador de pays.

Ya de camino a casa, y justo cuando iba en el transporte, me acoré de que olvidé una enorme lechuga en casa de mamá, ni hablar, pensé en bajarme, pero preferí irme, ya ella que se la coma, aunque ya en casa me arrepentí de eso, sobre todo cuando intenté comprar una en el mercado de la colonia, simplemente no había.

Para ello he ido a casa de la comadre para que me acompañara el ahijado, ahí noté que está usando mucho la playera que le regale hace tiempo, me alegro por él. Juntos hemos ido al Chedraui y al mercado, en ambos lugares traté de comprar la lechuga, para mis ensaladas de la semana, y nada, no venden, por lo que terminamos yendo al rodante, en donde si las encontré, pero al doble de precio, según yo iba a gastar solo 10 o 15 pesos y terminé desembolsando casi 60, bueno en parte porque compré unos duraznos en almíbar y un paquetito de frambuesas que me llamaron la atención.

Y como llegamos tarde, un señor nos vendió dos lechugas pequeñas por 20 pesos, ni hablar, todo por olvidadiza. Regresamos rápido pues amenazaba con llover, así que antes de llegar a casa pasé a dejar al ahijado, sabes Alex, me agrada pasar tiempo con él.

Estando en casa me hablo en Ing. Harper para que fuera a su casa a charlar, por lo que tomé un suéter y fui a su casa, solo que no me di cuenta de la hora y terminé pasando un poco de hambre, llegue a su casa y me devoré dos plátanos que encontré en la cocina. El pobre ha estado mal en todos los aspectos, sobre todo ahora que la empresa en donde trabaja esta a punto de la bancarrota, ojalá pueda solucionar sus problemas.

He vuelto a casa antes de oscurecer, caminé rápido a casa por temor de la lluvia, y llegué a tiempo, otra vez la lluvia comenzó justo cuando entré a la casa, aunque ya había llovido durante la tarde.

Alex… ven por mi… duele estar así… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario