26 de diciembre de 2015

Los pantalones de mezclilla

Curiosamente me he despertado a las 9 de la mañana, he estado sumamente cansada pero después de desayunar me he puesto a limpiar la casa, primero sacudir la cama, luego las mesas, limpiar un poco el polvo a mi alrededor, barrer, trapear y darme un buen baño.

Son las cosas que hice durante la mañana, además de lavar, pero esta vez he tomado un poco más de tiempo para hacerlo, primero le he dado unos 2 ciclos a la ropa, luego otro más para finalizar en la tina con bastante suavitel.

Como me sentía un poco triste quise ocuparme en otras cosas, así que he sacado la máquina de coser Alex, no me gusta verme más gorda de lo que estoy, y es en gran medida por los pantalones que suelo usar, así que hoy he decidido cortar el excedente de las piernas.

Al final me ha costado un poco, pero después de tener una muestra bastante aceptable he repetido lo mismo en los otros pantalones, además aproveche pues los que actualmente uso ya están demasiado rotos y es tiempo de tirarlos.

He dejado un verdadero lío en la sala, entre hilos y tela cortada, no sé exactamente cuántas veces he desecho la costura hasta que por fin me sentí a gusto con el resultado. Aunque al doblar los pantalones noté unas ligeras diferencias, pero bueno, qué más da, no quise ser tan obsesiva como antes Alex, al final creo que han quedado bastante bien.

Luego me he vestido y salí a ver a las Chávez, me topé a la comadre sacando a pasear a Daisy, la he acompañado y durante el recorrido charlamos un poco, más que nada sobre los chismes en la familia, ahora parece que alguien ha perdido un bebe, aunque sinceramente dudo que sea solo uno, finalmente la boda que se anunció con bombo y platillo se vino abajo, ya sabes cómo es esa niña, creo que terminará bastante mal.

Lo curioso ha sido que ahora, al mencionar estas fechas, la comadre ha hecho hincapié en que debo comenzar a hacer lo que a ti te hacía feliz, como adornar la casa, poner mis luces por todas partes y cosas así Alex. No quise continuar con el tema y he preferido guardar silencio, al final volvimos a su casa y charle un poco con Blanca.

Como cada año ha hecho sus famosos chiles, pero no quise pedirles, para que Alex?, si yo no como picante, aunque me han pedido le mande un mensaje a Victor avisándole pues quedó en darle un poco, por Cecilia sé que le gustan mucho.

He terminado volviendo a casa rápido, y de nuevo las lágrimas no han dejado de caer por mis mejillas, si pudiera explicar lo que siento en estas fechas, si pudiera decirles a las personas a mi alrededor cuanta falta me haces Alex, pero es muy difícil, además ya muchos comienzan a decirme que ya debería tomar otra actitud, como el caso de la comadre hoy Alex.

Alex… te extraño tanto… ven por mi… TE AMO.

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