6 de diciembre de 2015

Los 3 pueblos

A las 6:20 de la mañana ya estaba levantada y preparándome para irnos, por suerte mamá ya estaba casi lista, lo primero que he hecho ha sido sacar el pequeño frasco del congelador con la etiqueta del Poli, lo he guardado en el bolsillo y hemos salido de la casa, esta vez acompañada del pequeño diablo color rojo que descansa fielmente a un costado del despachador de agua, en espera de que tú lo saques de ahí Alex.

Caminamos rápidamente a la casa de la comadre, ahí esperamos a que Blanca bajara, luego los 6 nos hemos puesto en camino hacia la clínica del seguro donde encontramos una pequeña camioneta color blanco que nos llevaría durante el paseo.

Para nuestra sorpresa era más pequeña de lo que esperábamos, así que comenzamos a pensar que no podríamos comprar muchas nochebuenas. Además de un comentario por parte de la esposa del organizador donde hacia hincapié de que solo habíamos pedido 5 boletos cuando en realidad habíamos pagado 6.

Nos acomodamos como pudimos, como mamá y yo nos subimos primero hemos agarrado dos lugares juntos, Blanca y Pepe en unos solos, por un momento los envidie pero luego caí en cuenta que estuvimos mejor así. Pues el organizador y su esposa terminaron sentados en una cubeta y una silla que no era lo suficientemente grande como para abarcar todo el trasero de la señora.

Ya cuando llegaron las demás personas nos hemos acomodado y nos pusimos en camino. La primera parada ha sido en Cholula, ahí dimos una pequeña vuelta y desayunamos, esta vez ha sido un poco más agradable que la vez pasada solo que, entre el chamado que me venía pateando y una mirada de una señora, me he puedo de malas, a tal grado que terminé diciéndole si ya me había visto bien pues me incomodó bastante su mirada, hasta la comadre se ha extrañado de ese comentario y me dijo que era una señora que también iba con nosotros en el paseo.

Luego hemos ido al centro de Puebla, aproveché para comprar mis ricos duraznos, mamá y Blanca han comprado otras cosas, todo iba bien hasta que la comadre regaño al niño por estar pidiendo todo lo que veía, traté de hablar un poco con él y terminé dándole 50 pesos para que comprara lo que quisiera, aunque él estaba empecinado en comprarse un reloj de 70 pesos, que al final del día terminaría botado en una esquina, como todo lo que acostumbra comprar.

Por suerte hemos dado con la panadería que Enrique y yo solíamos ir cuando estábamos en el proyecto de Puebla, pero no pude encontrar mis preciados dedos de nuez. Lo curioso es que comida que compramos mamá y yo Blanca y la comadre compran, quizá porque se quedaron con las ganas del pan de higo del paseo pasado.

Por suerte éramos pocas personas y algunas de ellas medio puntuales, así que a las 3 nos pusimos de camino hacia Atlixco, donde se efectuó la feria de las nochebuenas, en un principio no pensaba en comprar alguna planta, pero al ver a la comadre y a Blanca preferí comprar una para tu mamá, bastante bonita y de paso una pequeña para mí de una variedad muy curiosa. Lo pensé tanto que he ido a verla unas 3 o 4 veces hasta que por fin decidí comprarla.

La peor parte del paseo ha sido esperar al señor de la camioneta, bastante impuntual y luego dejó mucho que desear con la forma de conducir, parecía que transportaba animales, pero bueno. Luego el tráfico que nos tocó en la salida de Puebla, ni que decir en las casetas. Por fin llegamos a las 10:30 de la noche, agarramos nuestras cosas y caminamos hacia la casa, el diablito ha servido un poco para ayudarnos con las bolsas, aunque llegue a pensar que solo lo había llevado de paseo.

Mientras mamá estaba en el baño le ayude a acomodar sus cosas y pedir un taxi para que la llevara a su casa, de esa manera poder descansar las dos.

Un paseo más Alex, estuviste conmigo?, yo se que sí, pude ver una luz atrapa gatitos, casi me suelto a llorar, te extraño tanto.

Alex… ven por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario