1 de febrero de 2015

Prendiendo luces

Por un comentario de tu hermana preferí no ir hoy a la Quiroga, es la fiesta patronal de la iglesia y el ambiente se pone bastante pesado, sobre todo porque aprovechan la fecha y hacen misas comunitarias y ponen muchos puestos, así que para tu mamá también es un día de difícil acceso, casi imposible encontrar lugar para escuchar misa y al final casi te sacan de la mano para la siguiente misa.

Hasta Cecilia dijo que ellas quizá tampoco iban a ir, así que trate de aprovechar eso y levantarme un poco tarde, al final no pude hacerlo, terminé levantada a las 8 de la mañana y acomodando las cosas para ir con mamá y volver temprano.

Como siempre hemos ido a la tienda, nuestro lema es: “Esta vez no voy a comprar nada”, y terminamos con el cochecito lleno, a veces creo que es más por distracción que otra cosa, pero hasta eso Alex, son cosas necesarias y sobre todo aprovechamos las ofertas, tengo ya una reserva de papel de baño como para medio año, puedes creerlo?

Y fiel a mis palabras he vuelto temprano a casa, justo cuando lo hacía vi el coche de Andrea llegar, iban todos dentro, pero ni gestos han hecho cuando pase a su lado, aunque me molestó en su momento no lo he tomado tan a pecho como antes, sigo pensando en tomar las cosas más a la ligera.

Por la tarde-noche, mientras terminaba de lavar, vi que la casa de tu mamá estaba muy oscura, así que antes de que oscureciera más he ido a prender luces, es curioso Alex, pero al pasar por los cuartos de arriba ya no he sentido miedo como antes, por supuesto he pensado en otra cosa mientras recorría el pasillo. Terminé de prender todo y me vine a la casa.

Constantemente estuve vigilando las ventanas pero ningún cambio hasta casi las 10 de la noche, aproveché para hablar con tu mamá y sobre todo hacerle notar que había sido yo quien prendió las luces y estuve al pendiente, ha sido ahí cuando me dijo tu mamá que Víctor estaba en casa pues no se sentía del todo bien, creo que más bien se quedó para mirar el SuperBowl sin problemas.

Confieso que también estaba mirando un poco, más que nada el espectáculo de medio tiempo además de que los chicos del trabajo no dejaban de mandar mensajes del partido, aunque nunca me enteré bien de que jugador o jugada hablaban, preferí mirar otros programas y doblar la ropa.

Pero sabes Alex, te extraño tanto que duele.

Alex… te ruego vengas ya por mi… no tardes… aquí espero… TE AMO.

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