Un domingo como cualquiera Alex, solo que hoy me ha costado demasiado despertarme, quizá por la media pastilla que me tome para dormir, me quede en la cama recostada un poco más de 20 minutos, me levante porque ya había quedado con tu mamá, como cada domingo.
Tome las flores y lo que siempre llevo y me fui hacia la casa de tu mamá, ya estaban esperándome y hoy salimos a la hora indicada, le he contado a tu mamá de la llamada que me hicieron tratando de extorsionarme, por supuesto no llegaron a nada, solo una simple llamada pero me dejo pensando, llego un momento en el que pensé era Carmen. Afortunadamente no ha sido así.
Ahora era yo quien llevaba bastantes flores, pero no he tenido ganas de obsequiarles algún ramo, esta vez he llenado tu jarrón con flores amarillas y moradas, aunque al final ha quedado bastante bien pues los ramos comienzan a ser más pequeños.
No hemos tardado mucho pues ellas llevaban ya sus flores limpias, sobre todo porque la semana pasada han puesto algunas flores media secas, Cecilia no quiso repetir lo mismo. Muchas veces creo que es mas envidia que nada. Ni hablar Alex.
Fuimos a la Quiroga a comprar fruta, no compre mucha pues me quedo bastante de la semana pasada, al final creo que le he llevado a mamá mucha de esa fruta cuando la he ido a ver.
Volvimos rápido, era temprano cuando ya estaba en casa de mamá, no tenía muchas ganas de estar ahí y te imagine sentado en el sillón con cara de: Ya vámonos.
He cortado unas pocas hiervas que puse en alcohol y se lo lleve al hijo de la señora Carmen, me parece que sufre de reumas y se cuan dolorosas pueden ser, mamá me ha comentado que Omar se fue a Londres de vacaciones, sentí una envidia tremenda, sobre todo porque ha estado en un lugar que tantas veces soñamos estar Alex, será que pueda hacerlo?
Cuando volví a casa he ido con tu mamá para avisarle que ya estaba en casa, le lleve un poco de la nieve que compre, ahora el sabor ha sido de maracuyá, como estaban haciendo flores de calabaza rellenas me han ofrecido que mañana me regalaran unas pocas para comer. Ojalá así sea Alex, se veían sumamente ricas.
Ya en casa limpie y organice todo lo que he traído, la comida que mamá me dio, limpie y volví a trapear la casa, me quedo bastante bien y cuando me disponía a sentarme pensé en aquello que había comenzado la semana pasada, limpiar una parte de la casa, aunque pequeña que sea, pero poco a poco, la semana pasada ha sido todo lo que está en la mesa de la cocina, hoy… no sabía que seria, estuve a punto de soltarme a llorar, renunciar, dejar a un lado ese pensamiento.
Ha sido cuando me senté a la mesa que mire las copas Alex, todas y cada una de ellas completamente sucias, mientras las lavaba recordé lo que hicimos para conseguirlas, en donde las compramos, la vez que decidí ya no tenerlas en sus cajas, como habían quedado lindas y sobre todo te he recordado tanto Alex, casi me da un infarto cuando se me resbaló una entre los dedos, afortunadamente no le ha pasado nada, solo ha sido un susto.
Las seque y coloque de nuevo, una nueva distribución, pero han quedado bastante bien, al menos limpias. Cuantos recuerdos Alex, me ha dolido bastante, ni hablar, así son las cosas.
Mientras descansaba me ha hablado el Ratón, quería venir a la casa junto a su esposa pero he dado una escusa tan absurda que finalmente nos hemos visto en el estacionamiento del centro comercial, ha sido un gran detalle el que viniera hasta acá por los papeles Alex, debo confiar ciegamente en él?... lo harías tu?
El ratón es una de las personas que te extraña de corazón, hemos hablado de ti mientras íbamos a comprar algunas hojas, se me ha hecho extraño que no traiga dinero, me ha pedido de favor que las pagara, por supuesto su esposa igual de “linda”, la que me ha dado mucha ternura ha sido su pequeña, espero que NUNCA me pidan ser su madrina de algo, aunque ya pensare alguna escusa para no hacerlo. Sigo pensando en tus palabras Alex, en ti.
Alex… ven ya por mi… no tardes… no soporto mucho más… ven ya… TE AMO.
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