18 de noviembre de 2012

Tlaxcala

Antes de salir le he dicho a mi mamá que iríamos a una hacienda en Tlaxcala, creo que ha sido una buena sorpresa para ella, al final de cuentas creo que ambas nos merecíamos un descanso o al menos olvidarnos un poco de tantos problemas, como siempre se llevo su bolsa y no se que tantas cosas, yo lleva la mochila gris que siempre cargábamos Alex.

Ayer la preparé y sin pensarlo me solté a llorar de nuevo, metí la cámara, papel de baño, algunas medicinas, dos manzanas y una gorra para el sol. Llore al poner solo una gorra para el sol y no poder incluir tus lentes para el sol. Hay Alex como me haces falta. Me dolió mucho prepararla sin tu ayuda.

EL camión estaba ya esperándonos, justo afuera de la casa de tu mamá, me ha costado trabajo subirme y no comenzar a llorar, una gran hazaña para mi Alex, pero lo hice y me senté en unos lugares, justo atrás de la comadre pero al final tuve que cambiar de lugar pues al parecer ya estaban asignados, creo... unos muy similares a nuestro último viaje Alex, justo cuando ya nos íbamos comencé a llorar, creo que la única que se ha dado cuenta es mi mamá.

No se si agradecer a mi "suerte" o no pero no se veía bien a través de la ventana, en varias ocasiones me quede dormida, no recuerdo cuantas pero lo hice. De tanto llorar no quede con los ojos hinchados.

Llegamos a un lugar justo a tiempo para desayunar, mamá ha sido quien ha invitado, he comido un poco, la verdad no tenía hambre y la comida no estuvo tan rica como pensé. Todos ocuparon sus asientos, al final nos sentamos junto a una señorita amiga de Perla y la comadre, los Días se sentaron todos juntos con sus respectivas parejas, constantemente los miraba imaginando que estaríamos sentados con ellos.

Caminamos hacia el centro y vimos una iglesia, durante todo el trayecto estuve acompañada de Tere, no se si para que ella no estuviera tan al pendiente de su hermanita o porque le gusta mi compañía, quiero imaginar que ha sido lo segundo Alex, mamá parecía que iba sola, por lo regular me dejaba sola. En el recorrido de la iglesia y el palacio municipal me la pase acompañada de tu mamá, creo que Cecilia se ha sentido incomoda por eso y me ha dicho que ella se hacía cargo, ni me molesté pero me hice a un lado.

La cara de todos era de alegría mientras que la mía era de tristeza Alex, usando de camuflaje mis lentes oscuros y mi poco hablar, traía en la mano mi cámara pero apenas enfocaba alguna parte para tomar una foto las lágrimas comenzaban a salir, casi no tomé fotos.

Y de nuevo nos subimos al camión, todos reían y bromeaban mientras yo veía lo poco que podía a través del cristal. Pude escuchar en repetidas ocasiones la risa de tu mamá, no recuerdo haber reído para nada, quizá sonreír y mostrarme un poco feliz cuando me llevaron un poco de agua miel en la comida.

Cuando llegamos a la hacienda, ya era un poco tarde, comimos pollo, casi pude imaginar que estabas a mi lado, solo nos sirvieron comida que tu podías comer, comí poco pues tenía un poco de picante, como le había mencionado a los trabajadores que me gustaba el agua miel me llevaron una jarra para beber, ha sido la única vez desde hace mucho tiempo que me sentí un poco feliz, ojalá hubieras estado conmigo para probarla y contarte pequeñas historias de mi niñez Alex, seguramente ya las habrías escuchado pero te gustaba tanto que te contara historias.

La Tía Antonia me pidió un poco, le compartí a unas personas y a las hijas de Fernando, pero prácticamente me la he bebido toda, termine con una pequeña panza agua mielerea.

Marisol me presentó a su novio, un chico muy simpático y que se incorporaba muy rápido a la charla con cualquier persona. Todos estaban felices Alex, menos yo y se que también le hiciste mucha falta a tu mamá.

Ya cuando nos veníamos de regreso hice esperar el camión pues los trabajadores me traerían un poco de agua miel, me dio pena con Perla pero creo que ella entendió un poco mi necesidad de sentirme un poco feliz, no ha sido mucho, solo unos 15 minutos, al final subí al camión con 5 litros de agua miel.

Y nos regresamos, no se exactamente a que hora llegamos, pero apenas llegué a la casa puse en el congelador botellas con agua miel, no se cuando vaya a beberlas, pero se que el tenerlas ahí ha sido en parte por ti, de alguna manera me quieres ver feliz aunque me cuesta tanto Alex, sin ti todo me cuesta trabajo.

Cuando terminé llevé rápido a mi mamá a su casa, regresé un poco tarde pero quería pasarme el día de mañana sin compañía, llorando lo que no pude llorar, sin miradas de reproche o de lastima Alex. No se, simplemente quería estar sola.

Estuviste conmigo Alex?
Te extraño tanto...

Alex... ven por mi, te necesito mucho... no tardes... TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario