11 de junio de 2012

El collar y los aretes

No ha sido un buen comienzo, me costó trabajo salir de las cobijas aun y cuando la alarma del despertador sonaba constantemente, por un segundo pensé en no ir al Cenlex, me he sentido tan triste Alex.

Esperé a que nadie me viera salir, no tengo ganas de dar explicaciones o inventar algo del porque estoy a esta hora en la casa, aunque pensándolo bien no tengo ganas de nada.

El calor ha sido tan sofocante, llegue al Cenlex bastante triste, esta vez la paleta de grosella no ha levantado en absoluto mi estado de animo. Quisiera ya irme de aquí.

He comido las tortitas de papa que mamá hizo, se que saben ricas pero para mi es como comer un puré sin sabor, aun y cuando le he puesto catsup y otras cosas, solo comer por comer.

Justo cuando dieron las 5 de la tarde me ha gritado tu mamá, ayer me llamó para avisarme que había llegado y me traía un collar con los aretes, un gesto que le he agradecido pero bien sabes Alex que no soy de ponerme ese tipo de cosas.

Entré a su casa por la Tlapaleria, me llevo hacia su casa y antes de darme el collar me enseño el obsequio que Víctor le trajo de Europa, una hermosa réplica en miniatura de la piedad, hay Alex, el solo verla y tenerla en mis manos me hizo llorar, a ella también se le cerro la garganta, te extraño mucho Alex, ojalá estuvieras aquí.

Me ha dicho que le mandará poner una repisa y colocará ahí la figura, agradecí el gesto por el collar y los aretes, preferí salir de ahí, ella me siguió y terminamos charlando un poco en el patio, me ha dado ademas un queso, un poco de camote y mermelada de mango, por supuesto agradecí todo ello.

Víctor le ha dicho que he estado al pendiente de la casa, al parecer le agrado mucho el detalle de las flores que he puesto en la capilla, varias veces me ha dicho cuanto me debía pero en todas ellas le he dicho que nada. Un simple gesto para corresponder los que ella tiene conmigo Alex.

Muchas veces pienso que preferiría su odio, desprecio y hasta que me pusiera mil y un apodo Alex, sabes, no nos importaría odiarnos a morir Alex, no importaría para nada si tu estuvieras entre nosotras, pero vivo Alex... no de esta manera.

Hay Alex, te extraño tanto... por favor ven por mi... no me dejes aquí... duele mucho... TE AMO.

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