26 de febrero de 2012

Las herramientas

Desperté antes de que sonara la alarma del despertador, pero me quede en cama un momento más. Comencé a sentirme mal cuando escuche los ruidos de la cocina, mi mamá se estaba preparando algo, no me gusta escuchar ruidos en casa Alex pues me hacen recordar los momentos en los cuales estabas tú conmigo, eso me pone muy triste y sin pensarlo comienzo a llorar.

Me levante a las 8 de la mañana, vestí y aliste lo que debía llevar. Llegamos a la casa de tu mamá bastante temprano por lo que le pedí a mi mamá esperar un poco para tocar la puerta. Sé que ella esta triste por mí, porque aunque trato de estar bien la mirada no engaña, se ha dado cuenta muchas veces que bajo la mirada al acercarse una pareja agarrados de la mano, o mi mirada melancólica cuando desesperadamente busco en la carita de un niño o niña algún rasgo tuyo o mío… o de los dos que me haga imaginar aquel bebé que nunca tuvimos…

A las 8.30 estábamos metiendo todo para irnos al panteón, solo que hicimos una parada antes en el tianguis de la Quiroga, se que se apuraron en hacer sus compras pero se dilataron bastante, mientras yo esperaba aparte Alex, por un segundo deje vagar la mente y sin pensarlo me vi llorando, gruesas lagrimas corrían por mis mejillas así que trate de tranquilizarme antes de que llegaran con las bolsas de mandado.

Casi a las 10 de la mañana estábamos entrando al panteón, llevábamos bastantes flores y tardamos un poco en limpiarlas, claveles de color rojo fueron los que puse en el florero, un color bastante agradable Alex solo que por más que acomodo las flores jamás son de mi agrado, una de las tantas cosas que no debería estar haciendo.

Antes de ir con Alfredo comimos unos tacos, mientras lo hacíamos me acerque a una tumba que estaba adornada con muchos corazones, la jardinera nos había comentado que había sido un chico el que había colocado eso, al acercarme y leer la lapida no pude más que sentirme mal pues era el nombre de una chica de 19 años el que leí. Tan joven, pero puedo decir lo mismo de ti Alex, tan jóvenes y con tantas cosas por delante, y ahora… ese chico y yo estamos con el alma destrozada, adornando una tumba que jamás podrá regalarnos un beso.

Después de dejar a tu mamá en su casa y llevar a mi mamá a la suya, me regrese a la casa llena de tristeza, no pude ahora contener mis lagrimas y regrese con la cara completamente húmeda.

Traté de comer un poco, y aunque sé que sabe rico, no pude apreciar el sabor de la comida. Mamá llamo y le dije que sabía todo delicioso.

El viernes había comprado un alimentador de colibríes, una de las tantas cosas que teníamos pensadas Alex, lo coloque pero no quede a gusto con el lugar, por lo que subí a la oficina, tome algunas de tus herramientas y trate de ubicarlo mejor. Cuando las estaba seleccionando me di cuenta que habías sido tu la última persona en usarlas y acomodarlas, recordé en que las habías usado y me puse a llorar.

No sé de dónde o como, pero coloque el alimentador un poco mejor, usando tus herramientas, sintiéndome triste, sola… y cuando terminé entre a la casa y dije: “mira Alex, lo hice”, esta vez no encontré ninguna frase de orgullo o el beso de recompensa, ante mi estaba un terrible y doloroso silencio.

Aun ahora, miro constantemente ese alimentador y me hace llorar Ojalá pronto pueda ver algunos colibríes comiendo de ahí. Me gusta verlos Alex, recuerdas?... las tantas veces que me los mostraste. Cuanto te extraño.

Alex… por favor ven por mi… te lo suplico… ya no quiero estar aquí… TE AMO.

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